Brasilia.— Bolivia se convirtió ayer en miembro oficial del Mercosur, que reafirmó su intención de sellar cuanto antes el tratado de libre comercio con la Unión Europea (UE), consolidar la unión aduanera y flexibilizar sus normas para permitir a los países alcanzar acuerdos extrabloque, durante la 48 cumbre presidencial que se realizó en Brasilia.

“Para Bolivia es una enorme alegría que después de tres años seamos aceptados como miembros plenos del Mercosur”, enfatizó el presidente boliviano Evo Morales, quien exaltó la “nueva imagen internacional” que Bolivia ha conseguido dar en los últimos años, “gracias a la lucha de los movimientos sociales de obreros, originarios, especialmente al movimiento indígena originario, el más humillado y despreciado”.

El documento de incorporación de Bolivia fue ratificado por los presidentes de los actuales integrantes del Mercado Común del Sur (Mercosur), la argentina Cristina Fernández de Kirchner, la brasileña Dilma Rousseff, el paraguayo Horacio Cartes, el urguayo Tabaré Vázquez y el venezolano Nicolás Maduro. A partir de ahora, Bolivia tendrá cuatro años para adecuarse a las normas del bloque, lo que implica, entre otras condiciones, usar la Tarifa Externa Común (TEC), que se utiliza en transacciones comerciales con terceros países.

Cartes, quien recibió de Brasil la presidencia rotativa del grupo, fue enfático sobre la necesidad de concretar el dilatado tratado con la UE: “En consonancia con la realidad mundial, es una cuestión prioritaria”, dijo. Las condiciones de esa integración, añadió, “serán decisivas para progresar hacia otros acuerdos, que por imperio de la globalización, serán necesarios”.

La formalidad de la cumbre se rompió con el emotivo discurso de Rousseff, quien lloró al anunciar que esa cumbre del Mercosur era probablemente la última de su “compañera y amiga” Cristina Fernández, a quien la Constitución argentina impide postular para las elecciones de octubre y a quien otorgó la Orden del Cruzeiro do Sul, la más importante condecoración concedida por el gobierno brasileño.

Tras la clausura de la cumbre, el presidente venezolano Nicolás Maduro acusó a su par de Guyana, David Granger, quien asistió a la cita, de ser “un gran provocador”, porque en su intervención, Granger pidió apoyo en el conflicto que su país mantiene con Venezuela por la región del Esequibo. Agencias

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