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Madrid/Bruselas.— El viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Abelardo Moreno, consideró ayer que la situación en Venezuela es la “mayor diferencia” a la que se enfrentan los países de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) de cara a su cumbre de mañana y el jueves.
“Con la UE, la mayor diferencia en este momento gira en torno a la situación en Venezuela”, dijo Moreno ante un reducido grupo de periodistas en Bruselas. Los países de la CELAC “tenemos una clara posición con respecto a lo que está sucediendo en Venezuela, y muy particularmente hemos rechazado la orden ejecutiva del gobierno de Estados Unidos contra Venezuela y hemos considerado que debe ser levantada”, explicó el vicecanciller.
Esa posición “al parecer no la comparte la UE y, por tanto, en este momento ambas regiones nos encontramos en un proceso de negociación”, agregó. Además, explicó que en la cumbre se aprobará una declaración política breve, con la esencia de los objetivos birregionales; la llamada Declaración de Bruselas, “más voluminosa”, con la posición de ambas regiones sobre los principales temas de interés común, y un plan de acción con la actividad concreta que deberá realizarse entre esta cumbre y la siguiente, que será en 2017.
Por otra parte, Moreno valoró que la posición de la UE haya “ido evolucionando de forma positiva” con respecto al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por EU a Cuba, desde que ambos países anunciaron el restablecimiento de sus relaciones.
Por lo que respecta al capítulo “todavía en negociación” del cambio climático, de cara a la próxima conferencia de la ONU sobre el tema que se celebrará en París en diciembre, el vicecanciller declaró que “estamos tratando CELAC y la UE al máximo posible de acercar posiciones”.
Por su parte, Rafael Correa, presidente de Ecuador, viajó a la reunión con el fin de situar al bloque latinoamericano “como actor internacional emblemático”, de acuerdo con una fuente oficial ecuatoriana.
Horacio Cartes, mandatario de Paraguay, declaró que su país quiere una “sola velocidad” en la relación entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la UE. También, el ministro brasileño de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior, Armando Monteiro, aseguró: “Defendemos firmemente que el acuerdo entre Mercosur y la Unión Europea pueda avanzar, que podamos fijar un plazo para intercambiar ofertas con la UE. Todavía hay ajustes por hacer en lo que se refiere a la oferta común del bloque, pero ya estamos muy cercanos a una posición”.
Ayer mismo se informó que medio centenar de organizaciones y movimientos sociales de Latinoamérica y Europa iniciaron tres días de movilización de cara a la cumbre. El objetivo es “fortalecer y dar visibilidad a las resistencias” en ambas regiones, según un comunicado de las ONG.
