La reforma de los servicios de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de Estados Unidos quedó aprobada anoche tras contar con el respaldo del Senado y ser firmada por el presidente Barack Obama.

Dos días después de que el Senado dejara expirar otros programas antiterroristas por falta de acuerdo, la Cámara Alta aprobó por 67 votos a favor y 32 en contra la Ley de Libertad de EU. La Cámara de Representantes ya había dado su visto bueno a la legislación el 13 de mayo con 338 votos a favor y 88 en contra.

Se trata de la mayor reforma legislativa desde que el analista Edward Snowden revelara la magnitud de los programas de vigilancia de la NSA, que tenía acceso directo a los registros telefónicos y de internet de millones de estadounidenses. La reforma quitará a los espías de la NSA el control en la recopilación masiva de datos telefónicos e informáticos (metadatos), que pasarán a mano de las compañías telefónicas.

No obstante, la agencia de espionaje electrónico podrá acceder a los datos siempre que cuente con la autorización de un tribunal secreto. En su petición deberá especificar el nombre de la persona a la que se quiere investigar y explicar que tiene una sospecha razonable de su vinculación con el terrorismo internacional.

El debate en el Senado de la reforma enfrentó a aquellos senadores republicanos que buscan mantener la seguridad nacional como prioridad y aquellos que temían que los excesos de la Agencia de Seguridad Nacional recortara las libertades civiles de los estadounidenses. El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo antes del voto de ayer que la reforma haría que Estados Unidos fuera menos seguro. “Es un camino en la mala dirección”, dijo McConnell.

En cambio, Obama y el líder de la Cámara Baja, el republicano John Boehner, estaban a favor de las nuevas disposiciones. “Esta legislación es decisiva para mantener a los estadounidenses a salvo de terroristas y proteger sus libertades civiles”, dijo Boehner en un comunicado tras el voto del Senado.

Al no haber sufrido enmiendas, la legislación pasó a la mesa del presidente, con cuya firma la reforma entró en vigor de inmediato.

Estados Unidos permaneció 48 horas sin los poderes especiales que le otorga la ley en la lucha contra el terrorismo, pues el estatuto anterior, la Ley Patriota, expiró la medianoche del domingo.

El programa de recolección de metadatos telefónicos dejará de estar operativo en los siguientes seis meses, cuando las empresas telefónicas tengan un protocolo para la preservación de datos.

La reforma es una victoria para Snowden, ex contratista de la NSA que ahora vive en Moscú huyendo de la ley estadounidense por haber revelado información clasificada.

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