El Senado de Estados Unidos desatascó ayer la legislación para reformar los programas de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), pero partes de la Ley Patriota que los rigen quedarán varios días sin efecto a causa de la oposición del senador Rand Paul, quien ha obstaculizado la iniciativa.

La Ley de Libertad de Estados Unidos, que modifica la Ley Patriota, logró superar los 60 votos necesarios para avanzar la medida, cuyo voto final debía registrarse antes de la medianoche, con el propósito de que las herramientas de vigilancia antiterrorista no quedaran congeladas por la expiración del texto.

La propuesta de los legisladores, que ya logró una abrumadora aprobación bipartidista en la Cámara Baja, elimina la recogida masiva de datos de los ciudadanos y las escuchas, pero conserva herramientas de vigilancia para recabar información de inteligencia con propósitos antiterroristas. El Senado celebró ayer una sesión extraordinaria solamente para abordar esta cuestión, después de que la semana pasada no lograran alcanzar un acuerdo sobre la ley de vigilancia y no consiguieran los apoyos necesarios para evitar que anoche expirara.

Pese a haber superado el desacuerdo y avanzado en la consideración de la ley, no se preveía que los legisladores culminaran el procedimiento a tiempo, ya que el senador Rand Paul, aspirante a la presidencia, amenazó con usar una táctica de bloqueo al tomar la palabra de manera indefinida para retrasar el voto y forzar así que expirara la norma, que además tenía que ser enviada al presidente Barack Obama para entrar en vigor.

Paul, republicano libertario, se ha opuesto siempre de manera firme a que la NSA utilice este tipo de herramientas, que a su juicio violan las libertades y el derecho a la privacidad de los individuos, pero su oposición a extender los programas le ha acarreado críticas de sus colegas, que consideran que su enroque se debe a sus aspiraciones presidenciales.

No obstante, el avance en el voto de procedimiento auguraba que tarde o temprano los senadores se pondrían de acuerdo para que entre en vigor la Ley de Libertad.

Con 77 a favor y 17 en contra, el Senado ha conseguido sortear la polémica sobre la legislación, que contaba con dos escollos, ambos republicanos, cuyas posturas se oponían frontalmente: el del propio Paul y el del líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, quien pretendía que la ley continuara sin modificaciones.

“La Ley Patriota expira esta noche”, declaró Paul triunfante, aunque asumió que “sólo será temporal”.

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