Por: Jorge Gutiérrez Corresponsal

Ciudad del Vaticano.— El papa Francisco provocó ayer una airada reacción del gobierno de Turquía, al referirse a la masacre de 1.5 millones de armenios, en 1914, como “el primer genocidio del siglo XX”. Ankara retiró a su embador en el Vaticano y acusó al Papa de esparcir el odio “con acusaciones sin fundamentos”.

Antes de la celebración de la misa dedicada al centenario del “martirio” armenio, en la plaza de San Pedro, el Papa afirmó que actualmente “estamos viviendo una especie de genocidio causado por la indiferencia general y colectiva”. Francisco añadió que en otras ocasiones había definido tiempo de guerra el de hoy, una tercera guerra mundial a pedazos en la cual asistimos a crímenes feroces, a masacres sangrientas y a la locura de la destrucción, por lo que “todavía hoy escuchamos el grito de tantos hermanos inermes que son asesinados, decapitados, crucificados y obligados a abandonar su propias tierras a causa de su fe en Cristo o de su etnia”.

Recordando la Historia, Francisco dijo: “Nuestra humanidad vivió en el siglo pasado tres grandes tragedias, la primera, considerada el primer genocidio del siglo XX, golpeó al pueblo armenio, la primera nación cristiana, junto a los sirios católicos y ortodoxos, a los asirios, caldeos y griegos”.

De inmediato, el Ministerio de Exteriores turco convocó al nuncio papal en Ankara, Antonio Lucibello, para expresarle su malestar y entregarle una nota formal de protesta. Utilizar el término genocidio para hablar de las masacres de armenios ha creado “desilusión y tristeza” en el gobierno turco y “abre la vía a la pérdida de confianza”, señaló el texto de la nota. Las palabras del Pontífice “se alejan de la verdad histórica” y reflejan sólo la opinión de un bando, aseguró la nota.

Poco después de la convocatoria al nuncio, Ankara retiró a su embajador en el Vaticano, Mehmet Paçaci, en una clara señal de la voluntad de dar realce internacional a la protesta. El canciller Mevlüt Çavusoglu lamentó con varios mensajes en su cuenta de Twitter los dichos de Francisco.

Es la primera vez que un Papa pronuncia en público la palabra genocidio para referirse a la masacre de armenios. El 24 de abril de 1915, en la Primera Guerra Mundial, el gobierno otomano ordenó la detención de armenios en Estambul y puso en marcha una masiva deportación de esta etnia. Sólo 22 países han calificado aquellos hechos como genocidio, mientras Turquía, aunque reconoce cientos de miles de muertos armenios en la deportación, niega que la intención del Imperio Otomano fuera extinguir a toda la etnia.

El Papa pronunció sus palabras ante el presidente armenio Serzh Sarsyan; Karekin II, Supremo Patriarca de Católicos de todos los Armenios; Aram I, jefe de los Católicos de la Gran Casa de Cilicia; Nerses Bedros XIX, Patriarca de Cilicia de los Armenios Católicos, y dos altos representantes de la Iglesia Apostólica Armenia y del Patriarcado de la Iglesia Armenio-Católica2.

El nazismo y el estalinismo son las otras dos tragedias a las cuales se unen los exterminios en Camboya, Ruanda, Burundi y Bosnia y aun así “la humanidad no logra frenar el derramamiento de sangre inocente”, precisó ayer el Papa, quien dijo constatar el decaimiento del entusiasmo surgido después de la Segunda Guerra Mundial y que “la familia humana no consiga aprender de sus propios errores”.

A los armenios presentes en la misa, Francisco subrayó el dolor que le causa recordar el exterminio de sus antepasados, pero dijo que era un deber hacerlo porque “donde no subsiste la memoria significa que el mal tiene todavía abierta la herida” y esconderlo o negarlo es “dejar sangrar la herida sin curarla”.

Con información de agencias

jram

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