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El pasado jueves 1 de junio empezó la pesadilla para Itzel, una niña de 15 años que, de camino de la escuela a su casa, fue interceptada por un sujeto de 30 años de edad, que la amagó con un cuchillo, la arrastró hasta un bajo-puente en las inmediaciones del metro Taxqueña y la violó. A pesar de que pidió auxilio a gritos, según la propia menor, nadie le ayudó. Transeúntes y conductores sólo miraban como era ultrajada, de acuerdo con su testimonio.

En su desesperación por alejar a su violador, Itzel forcejeó; en un descuido lo aventó y, sin querer, le enterró en cuchillo en el pecho. “Me acabas de picar perra”, le dijo el agresor, quien fue identificado como Miguel Ángel Pérez Alvarado, de acuerdo con la carpeta de investigación.

Mientras el agresor escapaba, la menor terminó de vestirse. Un minuto después, llegó una patrulla de la Secretaría de Seguridad Pública con el agresor en la parte trasera. Los agentes le pidfieron que lo identificara como su violador; ella afirmó, y ambos fueron trasladados al Ministerio Público para deslindar responsabilidades.

Dos días después, a Itzel le notificaron que su violador había muerto en un hospital y se inició una averiguación en su contra.

La Procuraduría General de Justicia de la Ciudad (PGJCDMX) la acusó por el homicidio doloso del presunto violador. Ahora la menor vive encerrada en su casa con el miedo de que pueda ser detenida.

Incluso, asegura que afuera de su domicilio tiene a dos oficiales esperando a que salga. La familia de Itzel ha recibido amenazas por parte de los amigos y seres queridos de su supuesto agresor, dicen que pagará por lo que hizo.

“Ahora no salgo para nada, tengo 28 días encerrada, sólo voy con mis papás a lugares seguros, con los médicos, a la escuela ya no voy, tengo miedo que la gente se entere y que me digan algo. Lo que no entiendo es por qué hay una carpeta de investigación en mi contra, porque dicen que están investigando homicidio cuando la víctima soy yo. A mi nadie me ayudó, me amenazó con un cuchillo, lo tenía en el cuello y me violó como 10 veces, me decía que me lo merecía, que me iba a matar, yo que culpa tengo”, cuenta la menor, quien ahora exige a la PGJ que suspenda la investigación y cesen los hostigamientos.

El caso aún es analizado por la PGJ. Por el momento, la defensa de Itzel pedirá ayuda a diversos organismos de protección a víctimas y defensoras de derechos humanos, pues no quieren que se repita una situación similar.

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