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Con toga y birrete le tomaron la última fotografía con vida. Antes de que se graduara del sexto grado de primaria, su familia se quiso adelantar con esa imagen que preveía un futuro promisorio para ella, pero ese camino brillante terminó de manera violenta para Valeria.

Esa última foto fue colocada encima del ataúd blanco, casi como un epitafio que la despediría de los suyos.

Valeria ya no se pudo graduar al lado de sus compañeros de la Escuela Primaria Alfredo Bonfil. Tampoco acudirá a la secundaria ni podrá estudiar medicina para convertirse en doctora, como siempre lo deseó. Ya no.

Desde este domingo está sepultada en un panteón de Texcoco, a donde sus seres queridos decidieron que fueran enviados sus restos mortales. Con su partida a temprana edad dejó inconsolables a sus padres, cuatro hermanos, primos, tíos, familiares, compañeros y amigos.

La muerte de la niña de 11 años, que desapareció desde la tarde del jueves, cuando su padre la subió a una combi para que llegara a su casa en la colonia Benito Juárez, en donde fue violada y asesinada, presuntamente por el chofer, confirmó el riesgo en el que viven las mujeres en el Estado de México, condenó su hermana Katia Aylin.

“Que hagan algo [las autoridades], que lo de Valeria no se quede impune, que no se quede como un suceso más en Neza, que se haga con justicia, que se haga con respeto; porque mi hermana ya no está, pero puede que hoy otra niña sea otra vez ultrajada como lo fue ella, puede que haya otros padres que estén pasando por esto, como lo está haciendo su papá y mi familia, que sean justos por esto que está pasando”, dijo.

La última vez que Valeria fue vista con vida fue la tarde del jueves, cuando su papá la subió a una unidad de la ruta 40. Esa combi la dejaría cerca de su casa, pero nunca llegó con los suyos. Su familia la buscó, pero no la encontró. Fueron ante las autoridades, pero el agente en turno del Ministerio Público no actuó pronto, por lo que la Alerta Amber tardó en emitirse, lo que hubiera podido salvar su vida, denunció su hermana.

Katia Aylin aseguró que las autoridades no respondieron con rapidez ante la desaparición de Valeria, quien era la cuarta de sus hermanos. Fueron los vecinos quienes la encontraron ya sin vida en el interior de la misma combi a la que se subió para llegar a su casa, en la calle Zandunga, en la colonia Benito Juárez.

La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) informó el sábado que el chofer de la unidad de la ruta 40, identificado como José Octavio “N”, de 43 años de edad, fue detenido y acusado por la muerte de la pequeña Valeria.

El imputado, según la FGJEM, cuenta con antecedentes penales en la Ciudad de México, donde estuvo encarcelado en un penal por el delito de abuso sexual.

“Que agilice todo el proceso, él ya está detenido, ya confesó, que se haga lo más pronto posible, que llegue al reclusorio, porque ahí es donde va a pagar su culpa y donde todos los días se va a arrepentir de lo que le hizo a mi hermana”, dijo Katia.

La familia de Valeria exigió que, además de sancionar al responsable, se investigue a las autoridades ministeriales que no actuaron con rapidez cuando se reportó su desaparición, lo que pudo salvar su vida.

Después de velar el cuerpo de la niña en una funeraria de la avenida Adolfo López Mateos, el cortejo partió a Texcoco para el entierro.

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