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Naucalpan, Méx.— Mientras que Nag sigue hospitalizado, luego de que un compañero de la Telesecundaria Salvador Allende hirió con una navaja en el abdomen, en la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) el agente del Ministerio Público especializado en delitos cometidos por adolescentes dará seguimiento a este caso, luego de que determinó entregar al presunto agresor a la custodia de sus padres.

La mañana del 19 de enero dos estudiantes de la telesecundaria ubicada en la colonia Valle Dorado, en la zona de las Chamapas, protagonizaron una pelea que presuntamente tuvo como origen la defensa de una niña que era molestada por Chucho.

Ese día Nag, de segundo año de secundaria, advirtió a Chucho, estudiante de tercero, que dejara de molestar a una de sus compañeras, lo que derivó en un pleito en el que el presunto agresor sacó una navaja que encajó en el vientre del alumno, precisaron profesores.

El piquete perforó los intestinos de Nag, por lo que el chico de 14 años de edad fue sometido a cirugía y no ha podido beber ni ingerir ningún alimento, señalaron padres del menor, tras visitar a su hijo.

Este domingo fue reportado como estable por personal de la Secretaría de Salud del Estado de México y eventualmente necesitaría otra intervención quirúrgica exploratoria, toda vez que la lesión que recibió no fue superficial, apuntaron familiares.

Chucho fue entregado en custodia a sus padres, luego de que permaneció bajo supervisión y análisis de especialistas de la FGJEM, quienes determinaron que el menor necesita tratamiento sicológico, pues ha vivido una en situación de abandono y violencia intrafamiliar.

De acuerdo con el testimonio de los profesores, el presunto agresor no mostró arrepentimiento.

Alumnos especiales. Mientras que secundarias técnicas y generales no aceptan alumnos de educación especial, telesecundarias como la Salvador Allende tienen una treintena, con hasta cinco estudiantes por grupo que necesitan atención sicomotriz o especial. Sin embargo, a partir de este año no cuenta con profesores de Usaer (Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular), quienes tendrían que atender a niños que requieren educación especializada, dieron a conocer los maestros.

Chucho llegó hasta tercer año de secundaria prácticamente sin saber leer ni escribir, igual que muchos otros niños de educación especial “que te los van dejando, que no puedes reprobar, pero que tampoco son atendidos por profesionales o con tratamientos necesarios y que además sus familiares los han abandonado”, señalaron profesores.

Por ejemplo, en el grupo al que asiste Chucho 30 alumnos, cinco de ellos de atención especial que son de Usaer, además de otros 10 o 15 que son alumnos “normales” con problemas de conducta por desintegración y violencia familiar, así como adicciones, cuyos padres y familia literalmente han abandonado la educación de sus hijos, que carecen de principio de autoridad , que además de estar ausentes en tareas, puntualidad, disciplina, asistencia y en supervisar a sus hijos, “vienen a reclamar cuando nos atrevemos a suspenderlos o a establecer alguna acción disciplinaria”, lamentaron profesores.

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