Karen y Adriana, coincidieron al morir,  porque la mujer de 52 años de edad vivía a un lado del gimnasio para mujeres “Curves”, donde laboraba la joven universitaria de 19 años de edad en la avenida Adolfo López Mateos, cerca de Lomas Verdes.

Adriana era una mujer muy cariñosa, que saludaba a todos y manifestaba fácilmente su afecto a sus vecinos de la avenida Adolfo López Mateos, por ello conocía a los empleados del gimnasio que estaba justo junto a su casa, en la que permanecía sola la mayor parte del día, señalaron amigos de una de las victimas del doble homicidio de mujeres que aparecieron dentro de maletas, luego de que ambas desaparecieron el 22 de septiembre.

A 16 días de que inició la tragedia que conmovió a Naucalpan y al Estado de México, la Procuraduría General de Justicia del Estado de México, aún no informa sobre la detención del o los presuntos responsables de este doble homicidio y tampoco se conocen las causas del mismo y porqué las mujeres fueron asesinadas.

Peritajes de la PGJEM confirmaron que ninguna de las víctimas fue atacada sexualmente, una falleció por asfixia y la otra por un fuerte golpe en la cabeza, informaron voceros.

¿Porqué una chica de 19 años coincide con la desaparición y  muerte de una mujer de 52 años que no era su familiar?, es la incógnita que ha prevalecido durante casi dos semanas.

Adriana Hernández Sánchez fue la víctima ignorada que incluso omitió el comunicado de la PGJEM el 28 de septiembre, en el que la Procuraduría mexiquense confirmó el hallazgo del cuerpo de la joven Karen Rebeca Esquivel Espinoza de Los Monteros, en una vivienda de la colonia El Tejocote.

Vecinos de Adriana, señalaron que la mujer de 52 años era muy querida en su comunidad, por su inocencia, candidez y amabilidad; ella también trabajaba en las tardes en una tienda cercana a su casa y ese 22 de septiembre, ya no fue a laborar, señalaron conocidos que se percataron de su desaparición.

Justo antes de entrar a trabajar, una en el gimnasio y la otra en una tienda, alguna de las mujeres intervino al percatarse de que la otra era atacada, porque se conocían y ambas eran solidarias, señalaron vecinos luego de conocer la versión de procurador general de Justicia del Estado de México, Alejandro Gómez Sánchez, emitida el 30 de septiembre,

Fernando González García, el presunto homicida  por quien la PGJEM ofrece una recompensa de 500 mil pesos para lograr su captura, no era franelero, era el valet parking del gimnasio donde laboraba la joven de 19 años en la avenida Adolfo López Mateos, puntualizaron vecinos, quienes clarificaron la relación entre ambas victimas.

"No es lo mismo franelero que valet parking", pues el primero trabajaría en la calle y Fernando fue contratado por los propietarios del gimnasio para mujeres “Curves”, donde laboró Karen hasta el día en que desapareció.

El sujeto siempre estaba atento a los movimientos de la calle, sabía a qué hora entraban y salían no sólo las clientas y el personal del gimnasio, sino  los habitantes de la zona, por lo que él estaría enterado de robos de autos y asaltos que sufrieron familias de esta calle, días y semanas antes del doble homicidio, señalaron vecinos.

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