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Gabriela Nava fue agredida sexualmente en el microbús que aborda para ir a la Facultad de Estudios Superiores (FES) de Acatlán de la UNAM. Pero a sus 22 años, la estudiante de la carrera de Comunicación decidió no dejar impune la agresión y emprendió una campaña en redes sociales para identificar al sujeto que grabó bajo su falda mientras ella viajaba de pie.

La joven iba tarde a su clase de las tres, por lo que no le importó abordar un microbús lleno. Viajó todo el trayecto de pie y escuchando música, hasta que a unos cuantos minutos de llegar a su destino, otra pasajera le advirtió que un hombre grababa su intimidad con su celular.

Gabriela increpó a su agresor e intentó quitarle el celular con las grabaciones; sólo logró capturar un video de su rostro unos segundos antes de que el hombre se echara a correr. Ella no pudo detenerlo.

Los vigilantes de la universidad, a quienes otra estudiante testigo de los hechos pidió ayuda, les explicaron que no podían intervenir ni detener al acosador, porque los hechos ocurrieron afuera de las instalaciones.

Gabriela se acercó a la Dirección Jurídica de la FES Acatlán para denunciar los hechos. La primera respuesta de quienes la atendieron no fue nada alentadora, relata.

“Cuando yo les dije: ‘Tengo un video y lo voy a hacer público’, me respondieron: ‘Ten cuidado porque tú vas a ser la evidenciada’. Es un caso muy delicado porque es de carácter sexual. Pero, es que yo no debería ser la evidenciada. A mí no me debería dar vergüenza, le debería dar vergüenza a él… ¿De qué se trata? Ahora yo soy la que tiene la culpa, yo soy la que tiene que esconderse”, dice Gabriela en entrevista con EL UNIVERSAL.

Sin embargo, la joven logró denunciar los hechos ante las autoridades universitarias y presentó ante el Ministerio Público otra denuncia exprés, que luego ratificó.

Ese mismo día comenzó una campaña en Facebook, donde publicó el video con el rostro de su agresor. Aunque la reacción de los usuarios de las redes sociales no fue totalmente de apoyo.

“Me dijeron: ‘Ay, las más putas son las que se quejan más’, ‘de seguro ya te acostaste con todos y te quejas por unos videitos’, ‘Qué te andas vistiendo así, eres una puta, y es tu culpa’, ‘eres una zorra barata’. Incluso, hace un rato un chico me dijo que lo que yo estaba haciendo estaba mal, porque yo iba a afectar su carrera [del agresor], porque estaba dañando la moral de esta persona”, recuerda Gabriela sobre los insultos recibidos.

Ante los ataques virtuales, que en algunas ocasiones llegaron a las amenazas de muerte, la joven recuerda el caso de la periodista independiente Andrea Noel, quien tuvo que abandonar el país ante las múltiples intimidaciones que recibió tras denunciar en redes sociales y con un video probatorio una agresión sexual que sufrió en la colonia Condesa.

Con la difusión de su caso, apenas hace un par de días, la joven también encontró a otras víctimas que incluso identifican a su agresor.

“Cuántos casos pasan que la chica se queda con el coraje, ni siquiera hay denuncias. Entonces eso es lo que yo quiero hacer: que él pague. Quiero localizarlo, la verdad, porque quiero que pague legalmente. No me importan las consecuencias, no me importa que me amenacen, no me importa que digan que soy una zorra, porque yo sé que no es verdad. Que también la gente pierda el miedo, las chicas pierdan el miedo, porque también creo que ahí radica mucho esto, en que no se dice nada”, considera Gabriela.

Las autoridades universitarias confirmaron que recibieron la denuncia, y aseguraron que apoyarán a las alumnas que sean víctimas de hechos similares, con “asesoría para levantar actas ante las instancias correspondientes, si son víctimas de alguna falta dentro y fuera de la FES, además del seguimiento del estado de hechos de las mismas”. Sin embargo, este miércoles Gabriela tuvo que acudir ante el Ministerio Público sin acompañantes ni asesores de la escuela.

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