Zumpango, Méx.— El Hospital de Alta Especialidad de este municipio es un búnker, sin embargo, en menos de un mes sufrió dos asaltos. En uno de ellos un comando, de al menos 12 hombres, amagó al personal y se llevó un cajero automático, además de que estuvo a punto de abusar de empleadas de la cocina.

“No sé cómo se hayan metido. Amordazaron a las personas, entró un comando armado, intentaron violar a gente de cocina, todo con lujo de violencia”, relató una enfermera.

Otro empleado detalló: “Sé que entró un comando de 15 personas, amagaron a los policías y a los trabajadores, incluso que no es personal médico sino de la cocina, intentaron violar mujeres, se llevaron un cajero entero y tuvieron todo el tiempo del mundo para hacerlo”.

Alrededor de las 01:00 horas del pasado 29 de junio, un comando de al menos 12 hombres ingresó al hospital y se llevó uno de los cajeros que están en el área de recepción.

Los hombres armados sometieron a los vigilantes y al personal de la institución, desprendieron el cajero y al parecer intentaron abusar de mujeres encargadas del área de cocina.

Trabajadores del hospital relataron que unos 20 días antes otro grupo armado robó la caja del hospital, sin que tampoco haya habido detenidos.

El Hospital de Alta Especialidad de Zumpango, operado por una empresa del Grupo Higa y cuya área médica está a cargo de la Secretaría de Salud de la entidad, tiene vigilantes del Cuerpo de Seguridad Auxiliar del Estado de México (Cusaem) en todos los accesos al nosocomio.

Nadie puede ingresar al hospital sin autorización de los guardias, quienes llevan control de todos los que acceden al lugar, y los visitantes deben portar gafetes. Los pacientes entran, igualmente, bajo estrictos controles.

Trabajadores del nosocomio mostraron un “tag” que deben portar para que personal de la institución conozca su ubicación al interior del hospital, hecho que calificaron como acoso laboral.

Afirmaron que los controles de vigilancia y seguridad son muy rigurosos en la institución, pero inexplicablemente no funcionan en caso de delincuencia organizada.

“Nosotros contamos con un ‘tag’ donde nos están vigilando por todos lados. En internet hay un mapa y ven la localización. Si uno entra al baño ven con quién está, cuánto tiempo nos tardamos, cuánto tiempo en las escaleras. Es un acoso laboral. Pero no sirve para la seguridad, estamos trabajando debajo de estándares de seguridad de normas oficiales”, afirmó una enfermera.

César Nomar Gómez Monge, secretario de Salud de la entidad, reconoció ambos robos y comentó que extremarán las medidas de seguridad, “tomaremos cartas en el asunto para fortalecer las inmediaciones del hospital, hablaremos con las policías estatal y municipal para el resguardo de las instalaciones”.

El pasado 16 de julio médicos, enfermeras y técnicos del Hospital de Alta Especialidad de Zumpango realizaron un paro laboral para exigir mejores condiciones de trabajo e insumos, lo que derivó con la destitución del director del nosocomio y el establecimiento de una mesa diálogo para resolver la problemática del lugar.

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