Un hombre y una mujer fueron presentados ante el Ministerio Público por presunto maltrato, hacinamiento, abandono y crueldad en contra de 17 perros, a los que tenían hacinados en el patio de una vivienda del fraccionamiento Las Américas, uno de los cuales murió y era devorado por los otros animales.

“En el interior de la casa encontramos 16 perros vivos en condiciones deplorables y uno muerto, el cual ya estaba siendo devorado por los caninos, debido a la falta de alimento”, informó en un comunicado Héctor Rivera Morales, director del Medio Ambiente de Naucalpan.

Agregó que pidió apoyo a la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México (Propaem) y de manera coordinada realizaron una diligencia en la vivienda ubicada en el número 31 de Cuarta Calle de Cajamarca, en dicho fraccionamiento.

Mencionó que en el sitio fueron detenidos Avelina “N” y Fernando “N”, al parecer propietarios del domicilio, quienes fueron presentados ante el Ministerio Público por presunto maltrato, hacinamiento, abandono y crueldad hacia los canes.

La Procuraduría de Justicia de la entidad inició por los hechos la carpeta de investigación 483360340492915.

A finales de octubre pasado la Propaem inició igualmente procedimiento administrativo por la muerte de perros y gatos en el Centro de Atención y Rescate Animal (CARA), ubicado en la colonia Granjas de Guadalupe, Cuautitlán Izcalli, y presentó la denuncia correspondiente ante el Ministerio Público, que ordenó la detención de dos personas.

La dependencia informó en un comunicado que detectó a dos personas que trasladaban los cadáveres de 14 perros y siete gatos al Centro de Control Canino de Cuautitlán Izcalli, donde pretendían incinerarlos.

Añadió que por los hechos fueron detenidos dos empleados de CARA en flagrancia, pues llevaban los cadáveres de los animales, quienes dijeron que cumplían órdenes del director del albergue, José Luis Martínez Reyes.

La Propaem determinó que los cadáveres de los animales transportados en bolsas no registraban lesiones graves o de atropellamiento, por lo que cuatro de ellos fueron separados para trasladarlos a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para realizar estudios y corroborar “si antes de ser sacrificados presentaban lesiones graves que pusieran en peligro su estado de salud o su vida”.

En Cuautitlán Izcalli se ubica el albergue Quinta Isabel, fundado por Manuel Rozada Cuéllar, quien murió en junio del 2013, el cual llegó a tener mil 400 perros y donde colaboraba José Luis Martínez Reyes.

Rozada Cuéllar tenía otro albergue en Tepotzotlán, que tenía más de dos mil perros.

“Quiero que sepan que dentro de mis albergues se hacen eventos, pasarelas para procurar la adopción de mis animalitos sin ningún precio, sólo por donación de materiales, pues no les hace falta nada para su mantenimiento, pues he dedicado mi vida y mi fortuna para ellos”, escribió antes de morir Rozada Cuéllar en una carta de la Fundación que lleva su nombre.

Afirmó: “Quiero invitarlos a que alienten la adopción en lugar de la compra de animalitos de compañía, pues ellos necesitan de su cariño y de un hogar, ya que han sido maltratados por la vida y necesitan amor”.

En junio del 2013 murió el protector de animales, que dedicó parte de su fortuna para esta labor.

ahc

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