La ciudad de México ha sido marcada por distintos asesinos que han causado terror a la población desde el siglo 19.

En 12 décadas se han registrado al menos cinco asesinos seriales y otros cuatro son conocidos solamente por la crueldad con la que cometían sus actos. Las delegaciones Azcapotzalco, Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Benito Juárez, Iztapalapa, Coyoacán y Tlalpan, además del municipio de Naucalpan en el Estado de México, son las zonas donde perduran estas historias y en donde los asesinos cometieron sus fechorías.

EL UNIVERSAL cuenta la historia de estos criminales y echa un vistazo al pasado para recrear los homicidios que el día de hoy son leyendas urbanas. Desde El Chalequero en 1888, hasta los asesinos de la Narvarte en julio de este año y ahora la Degolladora de Chimalhuacán, los asesinos se han vuelto íconos de la violencia en el Valle de México, algunos son considerados asesinos seriales, otros multihomicidas y pasionales, pero todos cometieron delitos que este diario documentó detalladamente.

Asesinos Seriales

“De acuerdo con la criminología, los asesinos seriales tienen que cometer tres asesinatos, no de forma inmediata, sino con un intervalo de tiempo. Escoge algún tipo de víctima, hay clasificaciones, los organizados y los desorganizados, los que escogen alguna característica o con las que se presenten. Siempre deben tener un contacto directo con ella, no es tan satisfactorio para ellos utilizar un arma”, comentó la investigadora de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Feggy Ostrosky.

Según esta definición, y de acuerdo con publicaciones de este diario, en la ciudad de México la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) ha detenido al menos a cinco Asesinos Seriales.

El Goyo Cárdenas

El 8 de septiembre de 1942, se leía en EL UNIVERSAL, “Cuatro muchachas asesinadas por un estudiante de Ciencias Químicas”, se trataba de un joven de 28 años, de nombre Gregorio Cárdenas, quien había declarado ante las autoridades que había asesinado a tres sexoservidoras y una preparatoriana y las había sepultado en el número 20 de la calle Mar del Norte, colonia Tacuba en la delegación Azcapotzalco. El brutal hallazgo dejó marcada esa calle.

A 73 años de los asesinatos, EL UNIVERSAL acudió al predio, donde fueron exhumadas las mujeres, aunque hay construcciones nuevas, las vías del tren y las casas que están a punto de caer, dan un aspecto tenebroso a la calle Mar del Norte, en la colonia Tacuba.

Una casa en obra negra con una puerta oxidada, aún causa miedo a los pobladores que vivieron en esa época: “Hasta hoy me da miedo pasar por aquí, no supe exactamente qué paso, pero sí que ahí vivía El Goyo”, dijo doña Mari, mientras volteaba de un lado a otro al estar frente a la casa.

Este asesino estuvo en la prisión de Lecumberri durante 34 años, hasta 1976 cuando obtuvo su libertad al ganar un amparo. En esa década la Cámara de Diputados lo homenajeó por ser la muestra de la readaptación social y haberse podido reincorporar a la sociedad.

La Mataviejitas

En abril de 2005, la Procuraduría capitalina realizaba la búsqueda de un asesino serial que mataba a mujeres de la tercera edad. EL UNIVERSAL dio gran cobertura a estos casos y publicó el retrato hablado de una persona que se disfrazaba de enfermera para cometer los asesinatos, y además informó sobre las detenciones de personas que no eran culpables.

El 25 de enero de 2006, se dio a conocer que gracias a una denuncia ciudadana, y tras ahorcar a una mujer de 82 años con un estetoscopio, se logró la detención de una mujer identificada como Juana Barraza Samperio.

Las investigaciones periciales detectaron que se trataba de la misma que había cometido al menos 17 homicidios y 12 robos en agravio de personas de la tercera edad, por lo que en marzo de 2008, el juez 67 penal, la sentenció a 759 años y 17 días de prisión.

El 26 de junio de 2015, luego de nueve años en prisión, Juana Barraza Samperio, La Mataviejitas, contrajo nupcias dentro del Centro Femenil de Reinserción de Santa Martha con un hombre que también se encuentra recluido.

El Coqueto

El 26 de febrero de 2012, los medios de comunicación se enteraron sobre la detención de César Armando Librado Legorreta, El Coqueto de 29 años, quien habría cometido ocho crímenes en los cuales violó a igual número de mujeres y asesinó a siete.

En entrevista con personal del Ministerio Público El Coqueto confesó haber cometido los crímenes que se le imputaban: “violé a ocho mujeres, de las cuales maté a siete por miedo a que me denunciaran”.

Días después de su captura, Librado Legorreta se fugó de las instalaciones de la Subprocuraduría de Justicia de Tlalnepantla donde permanecía detenido; sin embargo, luego de su escape al saltar de una ventana, El Coqueto sufrió una lesión que lo dejó cuadrapléjico.

En diciembre de 2012, en la Sala 7 del Juzgado de Control de Procesos y Juicios Orales, con sede en Barrientos, el juez Juan Arturo Velázquez Méndez dictó sentencia acumulada de 240 años de prisión al feminicida César Armando Librado Legorreta, además del pago de una multa de 700 días de salario mínimo por cada una de sus víctimas.

El Sádico

“Conquistaba homosexuales para plagiarlos y matarlos”, se leía en los medios en enero de 2006, cuando la PGJDF logró capturar al ex sargento primero Raúl Osiel Marroquín Reyes de 25 años.

De acuerdo con las autoridades, Marroquín seducía a sus víctimas en la Zona Rosa y los invitaba a su departamento en Andrés Molina Enríquez 4223, de la colonia Ampliación Asturias, donde fueron torturados y asesinados.

Su modo de operar era ubicar a sus víctimas, haciéndose llamar Carlos y al llegar a su departamento los ahorcaba y después los descuartizaba para finalmente lanzarlos a la calle cerca del Metro Chabacano y la colonia Asturias.

Reconoció en su declaración ministerial que le era fácil llevar a cabo los secuestros: “No los escogía, ellos solos se presentaban, después los invitaba a mi departamento, iban por voluntad propia, y ahí los sometía”.

El Sádico, como es conocido, fue sentenciado a 288 años de prisión por cometer seis secuestros y asesinar a cuatro de ellos.

El Caníbal de la Guerrero

El 8 de octubre del 2007, EL UNIVERSAL informó sobre la detención de José Luis Calva Zepeda, luego de que fue encontrado dentro de su departamento el cuerpo desmembrado de Alejandra Galeana Garavito, su pareja quien se encontraba desaparecida. En la detención, Calva Zepeda intentó huir y se lanzó del edificio donde vivía, fue atropellado y trasladado al Hospital de Xoco debido a las lesiones que tuvo.

Las autoridades encontraron culpable a José Luis Calva por los asesinatos de tres mujeres, además fue acusado de cometer actos de canibalismo al encontrar uno de los cuerpos dentro de un refrigerador y tras revelar que comía partes de sus víctimas, pero no fue comprobado.

El 31 de octubre, la PGJDF dio a conocer la autobiografía del presunto caníbal, encontrada en su casa el día de su detención en el que manifiestaba los deseos suicidas que tenía desde la adolescencia.

Después de que personal de la Procuraduría capitalina indicara que el perfil de José Luis Calva era de un homicida serial y un sujeto que debe ser tratado como de alta peligrosidad por el alto riesgo social que representa, el 11 de diciembre del 2007, el caníbal se quitó la vida dentro de la celda que tenía en el Reclusorio Preventivo Varonil Oriente.

Otros Asesinos

Los asesinos seriales antes citados no son todos los que han acechado la tranquilidad de los capitalinos, también hay asesinos múltiples, pasionales y sicarios. La crueldad de sus hechos hizo eco en la ciudad.

Entre los multihomicidas y sicarios se encuentran Orlando Magaña (2002) y los asesinos de la Narvarte (2015). El primero, que bajo el influjo de las drogas, ingresó a una casa para robar tarjetas de crédito, dinero en efectivo y otros objetos de valor; sin embargo, al discutir con sus víctimas y al identificarlo, los asesinó.

En el caso de la colonia Narvarte, Daniel Pacheco, Abraham Torres Tranquilino y César Omar Martínez Zendejas han sido vinculados en el multihomicidio perpetrado el pasado 31 de julio en contra de cuatro mujeres y un hombre, que fueron brutalmente golpeados y asesinados con el tiro de gracia, una de las mujeres fue abusada sexualmente.

Por otra parte, también se encuentran en la lista, La Tamalera y El Estrangulador de Coyoacán, quienes cometieron un homicidio en busca de la libertad en sus vidas.

La Degolladora

Actualmente en Chimalhuacán, Estado de México, se han registrado ocho ataques contra vecinos de la parte baja del municipio, siete de los cuales habrían sido cometidos por una joven mujer de entre 20 y 25 años de edad, denominada La Degolladora.

Por la psicosis que se ha extendido en todo el municipio, debido a las agresiones de la mujer, los residentes cuentan diversas historias, sin embargo, no han sido comprobadas.

“La mujer que corta el cuello, con cuerpo de hombre, se aparece en la escuela junto con su hermano y como es travesti a las mujeres les tiene un odio. Los maestros nos han dicho que no salgamos en la noche”, dijo Elizabeth, otra de las habitantes del barrio Curtidores.

Con información de Emilio Fernández

jram

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