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Es el cerebro del Metro de la ciudad de México. Son tableros de ocho metros de longitud que vigilan a distancia la operación de cada una de las 12 líneas que integran el Sistema de Transporte Colectivo (STC). Son el Puesto Central de Control (PCC), cuya modernización tecnológica es desigual y avanza lento. De 13 tableros, cinco son digitales y el resto son análogos con tecnología que data de hace 45 años.

El nuevo director del STC Metro, Jorge Gaviño, aseguró que son aparatos de la década de los 70 y son eficientes “pero no es lo mejor para este siglo”.

“Es como aquel que hace sumas en máquina mecánica, versus máquina digital”, externó al hacer un diagnóstico sobre la situación que guarda este medio de transporte, que moviliza cada día a 4 millones 918 mil 744 usuarios en sus 12 líneas.

Incluso, dijo, requieren una “urgente modernización”. Cambiar el Puesto Central de Control costaría 6 mil millones de pesos, reveló hace una semanas el propio jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera.

Gerardo Requis, director de Ingeniería y Desarrollo Tecnológico del STC, comentó que los equipos se van actualizado y si bien hay áreas en donde hay que mejorar, lo que actualmente está en el Metro se encuentra en condiciones que se puede trabajar.

Para el especialista en transporte público, Vicente Torres, director para América Latina de PTV, es necesario que un sistema de transporte público masivo como el Metro cuente con una operación de avanzada e inteligente, con un control y sistema de planificación de última generación.

Detalló que es necesario contar con un sistema moderno porque trae eficiencia al sistema y beneficios directamente a los usuarios del transporte, pues entendería la demanda de trenes y mejoraría el servicio.

Mientras que en el tema de seguridad dijo que si bien hay fallas humanas, un sistema moderno puede modelar en tiempo real las condiciones del sistema y prevenir los hechos antes de que éstos sucedan.

El UNIVERSAL visitó las instalaciones del PCC —que está dividido en dos módulos— se localizan en el sexto piso del edificio ubicado en Delicias, colonia Centro, donde están las instalaciones centrales del STC Metro.

Viaje en el tiempo. Cuando se ingresa al PCC parece un viaje al pasado: los Tableros de Control Óptico (TCO) con focos que indican el trayecto de los trenes y para la comunicación de los reguladores con los operadores aún se puede utilizar un teléfono con disco que está desde que se inauguró el Metro en 1969. Sin embargo, exponen los ingenieros, desde aquí se puede cortar corriente para evitar accidentes en las vías.

Si fallara la energía del TCO, existen baterías para que siga registrando las condiciones de cada una de las líneas del Metro, aseguró Armando Barrón, coordinador técnico de la Subgerencia de Control Central.

El ingeniero explicó que la información que se recibe en los TCO es respaldada y guardada en el Programador General de Tráfico (PGT), que va registrando cada segundo los movimientos de los trenes, las condiciones de las vías y la operación de la señalización. No hay forma de manipularlas, afirma.

Describe que hay dos maneras para respaldar la información, una desde el mismo tablero ante un incidente que guarda las seis horas previas de operación y se almacena un tiempo.

La otra forma es en una especie de impresora que en papel registra cada uno de los movimientos.

El PCC es un sistema que recibe toda la información de lo que ocurre en las líneas desde la circulación de los trenes, como las condiciones en que se encuentra la señalización e, incluso, si hay algún problema en las vías que dificulte el paso de los convoyes. Todo se transmite en tiempo real en el Tablero de Control Óptico (TCO) que es vigilado por un regulador que “lee” lo que pasa en la línea.

Funciona las 24 horas del día y es atendido por turnos de seis horas, por los reguladores que son quienes dan las órdenes, indican a los conductores cuándo detenerse, cambiar de vía, cambiar a la marcha tipo lluvia, pero también tienen la responsabilidad de mantener la distancia entre los convoyes y hasta pueden quitar la corriente eléctrica en caso de emergencia.

El PGT es un equipo de cómputo que permite el correcto comportamiento de las líneas. Por ejemplo, establece el itinerario de la programación de los trenes de lunes a viernes, así como del sábado y domingo. Registra el tema de la energización y señalización.

“Es un sistema que está por duplicado, un equipo trabaja y otro está en stand by y entra en operación si se requiere”, expuso. La información del PGT no se puede modificar.

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