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En la ciudad de México existen 657 bases de taxis con alrededor de 250 líderes. Mientras algunos poseen un solo sitio, nueve de ellos concentran 180 con más de 24 mil automóviles concesionados.

De acuerdo con datos de la Ventanilla Única de Transparencia de la Secretaría de Movilidad, de los 140 mil taxis regulares que circulan diariamente, 75 mil 33 comprenden el servicio de sitios, bases y radioaxis; el resto son los ‘libres’, pues tienen la facilidad de agarrar pasaje en cualquier punto de la ciudad sin tener que pagar cuotas.

Aunados a estos taxis, hay más de 30 mil automóviles pirata que prestan el servicio y que también se encuentran organizados.

Aunque no hay una cifra clara de cuántas organizaciones de taxistas existen, se estima que hay alrededor de 150 formales; pues aunque se deben dar de alta en la Secretaría de Movilidad, a decir de dicha instancia no llevan un registro de las agrupaciones constituidas en la ciudad, lo que da pie a que haya una cifra negra que no paga los derechos por su agrupación.

Conformar una organización no es cuestión “de juntarse”, es necesario obtener un registro que los faculte para realizar trámites en bloque, agilizando los procesos a través de un representante y haciendo que sus agremiados “se olviden” de sus obligaciones, porque alguien más las cumple.

Otro de los objetivos de constituirlas está en llevar los trabajos en defensa del gremio y las peticiones a la Secretaría de Movilidad o al Gobierno del Distrito Federal, por lo que fungen como un aglutinante de intereses.

Para constituir una agrupación es necesario presentar una “acreditación de organizaciones de concesionarios”, contar con un representante legal, un domicilio fiscal y aparecer en el Registro Federal de Contribuyentes. También es necesario contar con una acta constitutiva, presentar el registro del padrón vehicular que representarán y, si es el caso, el nombre de las otras organizaciones que se integran, siempre y cuando sea el caso.

Cumplidos los requisitos, se deberá hacer un pago de cuatro mil 617 pesos anuales para conservar el registro.

Los nueve líderes que tienen bajo su mando al mayor número de bases de taxis y por ende también de concesiones son: Martín Vallejo Ramírez, Fidel Carachure Cruz (quien comanda la organización con Felipe de la Cruz, que contendió por Morena a una diputación federal).

También destaca Felipe Julián Rodríguez López, Héctor Daniel Medina Meléndez, Luis Hidalgo Torres, Porfirio Murillo López, José Federico Enrique Trejo García, Salvador Espinosa Aguilar, y Leopoldo David Gil.

El negocio de las cuotas. De acuerdo con taxistas y líderes, las organizaciones se sostienen a través de recursos propios y un manejo financiero particular. No son subsidiadas, por lo que el dinero que manejan proviene de aportaciones de los agremiados.

Ser parte de una organización significa pertenecer a un sitio o a una base, por lo que para ingresar se debe de contar con alguna recomendación que funcione como aval del servicio que presta, en ocasiones “la credencial” puede tardar en llegar hasta un año.

Una vez aceptado, se debe pagar una inscripción que varía según la zona. La “aportación” va de los mil pesos hasta los 15 mil en zonas de alto nivel económico. De acuerdo con un taxista que pidió el anonimato, “en colonias caras te venden el derecho al sitio, si lo compras y después lo quieres dejar, lo vuelves a vender y recuperas tu dinero. Como en lugares como Santa Fe o Polanco te cobran por tarifa y no taxímetro, no es tan pesado el golpe de pagarlo, lo difícil es entrar al sitio”, detalló.

Operadores aseguraron que además de la inscripción se entrega una cuota variable, que puede pagarse diario o semanal; esto es, explicaron, por contar con el “derecho” de ocupar los “cajones” y las instalaciones del sitio o la base, y por la realización de los trámites de toda la flota.

Las cantidades van desde 10 o 20 pesos hasta 100 al día, dependiendo de la zona en la que se ubiquen; este dinero se entrega a los representantes de los sitios o bases. Tomando en cuenta que el representante que cuenta con la mayor cantidad de sitios tiene una veintena, además de siete mil automóviles, la cantidad diaria obtenida alcanzaría los 70 mil pesos, cobrando solamente diez por cada carro.

Los que menos concesiones tienen rondan los 150 automóviles, esto se traduce en una entrada diaria de mil 500 pesos. En casos específicos, hay agrupaciones que engloban a otras más pequeñas, con la finalidad de reducir gastos. Aquí todos los líderes ganan.

Este dinero permite que las organizaciones puedan tener trabajadores tanto de servicios y administrativos en el domicilio fiscal, como en campo; es decir, checadores, quienes llevan el orden de salidas y los horarios.

Algunos operadores denuncian que estas cantidades también han servido para enriquecer a los líderes, quienes tienen la oportunidad de incrementar la flota a través de la compra de placas, aunque no siempre cuenten con la concesión.

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