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El jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera, planteó crear un Centro de Innovación Nacional, a cargo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN), en los terrenos que dejará el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).
Durante su participación en la Séptima Asamblea General Ordinaria de Asociados de la Alianza para la Formación e Investigación en Infraestructura para el Desarrollo de México (FiiDEM), llamó a emplear el predio de más de 700 hectáreas en el sector educativo.
“Yo he reiterado en varias ocasiones que parte de esos terrenos que quedarán del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México actual, y que pasará a la operación del Nuevo Aeropuerto, debieríamos dedicarlos a la innovación, a una tarea educativa.
Mancera Espinosa comentó que la utilidad de estos terrenos permitirá ampliar Ciudad Universitaria, pero con una vocación de innovación en ciencia y tecnología: “Me parece que es una gran oportunidad porque México tiene que apuntar a la innovación y ahí tenemos el terreno. Ya no tendríamos que ir ni a desalojar a nadie ni a experimentar, ahí estará ese terreno y me parece que la alianza con estos estudios que hizo pueden posicionar esto que hemos venido reiterando”, dijo.
Ante la idea, el rector de la UNAM, Enrique Graue, señaló que la propuesta hecha por Mancera “nos abre oportunidades y amplía la visión. El reto ya lo planteó, veremos la posibilidad de que sigamos trabajando en ello y, sí, sería magnífico tener un polo educativo de innovación y desarrollo en el oriente de la ciudad”, afirmó.
Alianza. En la reunión, Miguel Ángel Mancera recordó que el gobierno firmó el año pasado un convenio con el FiiDEM que permite tener ingresos, a partir de aportaciones voluntarias de dos pesos por cada mil de los proyectos de obra que se realicen.
“Con este ingreso se creó el fideicomiso para construir y equipar del Laboratorio de Estructuras y Materiales de Alta Tecnología de la alianza; por ahí puede ser la ruta”, dijo.
Mancera Espinosa comentó que derivado de esta alianza se han impulsado proyectos como el Laboratorio de Innovación del Metro, que significó una inversión de 30 millones de pesos. Este trabaja en colaboración con instituciones académicas como Cinvestav, la UNAM y el Conacyt, y ha permitido la elaboración por manos mexicanas de refacciones de este medio de transporte, las cuales se adquirían anteriormente en París y Brasil.
“Esto nos ha dado un ahorro sustancial; ahora nosotros le estamos vendiendo algunas de estas a Chile, por ejemplo, nos ha permitido pasar de utilizar seis carros en la Línea A del Metro, a nueve con una tarjeta de pilotaje automático que antes necesariamente se tenía que comprar en el extranjero, era de muy alto costo y no siempre de disponibilidad”, agregó.
