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Aunque en la Cámara de Diputados generó un intenso debate, el Partido Verde Ecologista en la Asamblea Legislativa también busca que en la Ciudad de México quede prohibido el uso de delfinarios.

Además, debido a que no existe evidencia científica de que los delfines ayudan como tratamiento efectivo en las personas, no se podrá utilizar a los mamíferos marinos para exhibición, manejo, adiestramiento, terapias y llevar a cabo investigaciones científicas.

De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), a nivel mundial existen 4 mil 381 especies de mamíferos, y México ocupa el tercer lugar en diversidad de estos ejemplares con 535 especies de las cuales 488 son terrestres y 47 especies son marinas.

Xavier López Adame detalló que dentro de éstos se encuentran los delfines, con más de 30 especies agrupadas en 17 géneros y cuya presencia se da mayormente en los océanos.

“La verdad es que estas especies han sido utilizadas para espectáculos circenses, después surgió el llamado nado con delfines, en el cual un par de delfines o un delfín solo interactúan con hasta 10 o 12 personas, bajo la vigilancia y comando de un entrenador”, cuestionó el asambleísta.


Historia. A principios de los años 70 una empresa comercial de autoservicio utilizó dos delfines y dos lobos marinos para atraer clientes. Fue ahí cuando se construyeron los primeros delfinarios en México; el acuario Aragón y el parque Atlantis, ambos en la Ciudad de México, actualmente sin servicio.

Otra actividad, dijo López Adame, fue la delfinoterapia que, aun careciendo de fundamento científico y autorización por parte de las autoridades sanitarias, se ejerció de forma intensa, pero sin desplazar a la actividad más rentable que hoy por hoy es el nado con delfines. Sostuvo que el principal uso de los mamíferos acuáticos son los espectáculos con fines de lucro, como actualmente lo realiza un parque de diversiones al sur de la Ciudad, lo que lleva al aislamiento, a la modificación de su hábitat, el confinamiento obligado con otras especies con las cuales en la naturaleza no convive, y la interacción forzosa con seres humanos.

El legislador recordó que el primer país que logró prohibir el cautiverio de delfines y ballenas, así como el nado con delfines, fue Costa Rica, después Hungría y Chile; así como en la India, en donde quedó prohibido, a nivel nacional, tener delfines en cautiverio para ser utilizados en espectáculos.

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