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La gente tiene que saber y comprender que el ciclista en la Ciudad de México no está para estorbar o para adueñarse de las calles, también está para salvar vidas, es así como concibe Ana, mejor conocida en Twitter como @calaveritabike, el rescate de un perrito sobre avenida Revolución. La mujer, pese al peligro que representaba sortear los automóviles de la capital, simplemente logró la hazaña.

Hoy, este acto de valentía ha colocado a @calaveritabike en la cúspide de las redes sociales, su transmisión en vivo, en la que se vio cómo toreaba a los automóviles y cómo pedía a gritos que detuvieran al animal de compañía, ha demostrado que no todo lo viral en internet es malo.

Incluso, sin temor a equivocarse, asegura a EL UNIVERSAL que los lords y las lady quedan en segundo plano cuando a través de estos videos se puede demostrar que en México no sólo son puras noticias de narcos o de muertes, sino que también hay gente buena.

Ya varias páginas internacionales hablan de esta heroína, quien utiliza la bicicleta como medio de transporte desde hace casi 10 años y que se salió de la ciclovía de Revolución para recorrer varios kilómetros y rifársela entre los automovilistas persiguiendo a un perrito pequeño que ni siquiera era suyo, pero que se había escapado de las manos de su dueño.

A @calaveritabike le disgusta el término “heroína” y también le desagrada la fama, porque afirma que no la buscaba. De ahí que prefiera guardar el anonimato, porque simple y sencillamente su intención era salvaguardar al perro.

“¿Por qué el anonimato?, porque mas que nada mi cuenta de twitter ha sido para denuncias ciudadanas y no es que como persona quiera ser famosa, lo que quiero hacer es fomentar un poquito el que todos podemos denunciar, todos podemos alzar la voz y @calaveritabike representa un poquito a todos los que queremos hacer eso”, expresa al lado de su fiel amiga, la bicicleta.

Aprovecha este espacio periodístico para agradecer a los conductores que se frenaron, que esquivaron al animalito con tal de no atropellarlo, y sobre todo a un motociclista que también intentó ayudar. Nunca supo sus nombres, pero hoy sabe que la movilidad eléctrica y sustentable puede lograr un frente común.

“¡Quería que los coches me oyeran, que la gente lo agarrara de su correa!, yo tengo un perro que quiero mucho y también me ha costado trabajo entrenarlo, por eso entendí al dueño que cuando se lo entregué —después de recorrer el mismo camino de regreso— estaba muy asustado. Le di unos consejos y sé que fue un accidente, estos pueden pasar, aunque todo se puede prevenir”, comenta.

A unos días de este hecho que ha acaparado la atención hasta en Inglaterra, @calaveritabike reconoce que mientras maniobraba su bicicleta sí pensó en su seguridad.

“Realmente hice algo peligroso, que no recomiendo, llevo muchos años en ciclismo y se maniobrar, pero no lo recomiendo, de eso estoy segura”, expresa con una sonrisa.

También acepta que no todo ha sido de color de rosa, porque mientras el perrito ya está con su dueño, ella, a través de su red social, también ha recibido comentarios malos.

Pero no le importa, segura de sí misma dice que le da mucho gusto que esta situación vaya más allá, que no se hable de una pericia, sino que también se dé un mensaje de movilidad. “Aquí en la capital el ciclista aún no es bien visto, falta mucha cultura de respeto, tan es así que se le ve como el jodido que no tiene dinero para comprarse un coche, ese paradigma falta mucho cambiarlo y más como mujer, pero con experiencias como está, ¡claro que se puede!”, afirma.

Incluso con dificultades en la infraestructura de las ciclovías o en el proceso de transición de esta nueva cultura ciclista, @calaveritabike aclara que cuando se hacen situaciones como el rescate de este perrito, no se hacen por el reconocimiento.

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