Las autoridades saben de ellos pero no quieren mencionarlos “para no darles fuerza”, sin embargo, los investigan de diversas formas y no como un cártel. En contraparte, los comerciantes de mercados de la delegación Cuauhtémoc y Venustiano Carranza les temen y los mantienen, pues pagan entre 2 y 5 mil pesos por el llamado derecho de piso, de lo contrario, pueden atentar contra sus familias.

Según el cruce de información de las autoridades locales y federales encargadas de la seguridad, tres grupos del Cártel de la Unión Tepito, asentado precisamente en el Barrio Bravo, han encontrado en la extorsión y el robo la manera de sobrevivir, luego de que los trabajos de las autoridades para desmantelarlos y evitar la venta de drogas al menudeo en su zona de influencia se reforzaran, hecho que mermó sus ganancias.

El grupo más fuerte es el que se dedica al cobro de piso de los comerciantes en la calle Madero, Plaza Meave, los ambulantes de la zona centro, así como los mercados Sonora, Merced y La Viga, llegando hasta la Central de Abasto (Ceda), este “trabajo” les deja ganancias de aproximadamente 300 mil pesos mensuales, dinero que se utiliza para seguir adquiriendo droga e invertir en la compra de locales comerciales en las mismas zonas donde operan. También colocan ambulantes en puntos estratégicos.

A esta célula se le atribuye el incremento del comercio ambulante en los alrededores, los puestos de piratería y la venta de ropa de paca en los mercados, así como el control de los locales en Plaza Meave y de la Computación, donde los celulares se venden a precios accesibles, pues en su mayoría son robados. Los equipos hurtados que resultan complicados para “flexear”, los rematan en partes.

La otra agrupación que opera en el mismo sector es la que se dedica al robo de transporte público, desde taxis, microbuses, combis y, últimamente, de choferes de Uber. Se ha delimitado su zona de acción a las delegaciones Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Iztacalco y Gustavo A. Madero, incluso, se tienen documentadas denuncias de que también exigen “cuota” a todos los “artistas urbanos” que suben en las líneas troncales que van desde Reforma hasta Indios Verdes sobre Insurgentes, así como las que atraviesan Tepito y los diferentes mercados y tianguis hasta el Mercado de Jamaica. Para intimidar a quienes trabajan en los camiones, los encargados de este ilícito también se identifican como integrantes del Cártel de Tepito. Los choferes y artistas callejeros para evitar complicaciones simplemente pagan.

La tercera célula delictiva se dedica al robo de transeúntes en todos los mercados y tianguis del mismo sector (principalmente en la delegaciones Cuauhtémoc y Venustiano Carranza). Éste grupo, además, funge como halcón, pues avisan a detalle de todo aquel que ingrese a la zona de influencia del supuesto cártel, desde cualquier rival hasta operativos, sobretodo, los encabezados por la federación.

Este último grupo es el que más afecta a los comerciantes establecidos, ya que los objetivos principales son todos aquellos clientes que llegan a comprar. Incluso, los consumidores acusan complicidad entre los locatarios y los delincuentes, sin embargo, los vendedores han pedido un alto a estos robos, acusan que deben contar con guardaespaldas personales para frenar a quienes por años han abusado de ellos. Señalan que denunciaron ante las autoridades pero estas no actuaron.

Comerciantes se protegen

“Ya denunciamos con la delegación, con la SSP, a la procuraduría y todo sigue igual. Esto para nada es nuevo, llevan años trabajando así, de hecho sabemos y hay denuncia de por lo menos tres negocios que no pudieron pagar la cuota y los del Cártel se los quedaron, es decir, ahora ellos trabajan esos locales.

“A todos ya los tenemos identificados, sabemos quienes son, cuándo llegan a cobrar, qué locales son de ellos. El otro problema es que no podemos denunciar, porque aquí hay tíos, tías, mamás y familia de ellos, es un problema arraigado, pero ya nos estamos encargado, todo lo que pagamos por miedo, mejor contratamos personal de seguridad para defendernos contra ellos”, señaló un comerciante de Plaza Meave, quien pidió anonimato por razones de seguridad.

En este lugar, apenas a mediados del mes pasado, tres delincuentes que ingresaron a cobrar el derecho de piso y a robar a dos locales fueron abatidos a tiros por los guardaespaldas de los comerciantes, quienes desde febrero pasado empezaron a resguardar sigilosamente a quienes los contrataron. Esta noticia se fue extendiendo a los sectores afectados.

La modalidad de pagar protección empezó en Meave y Plaza de la Computación. Después se fueron uniendo los comerciantes de los mercados Hidalgo, Sonora, Merced y apenas unos cuantos de la Central de Abasto, la presencia de los hombres armados han incrementado los enfrentamientos armados en este corredor, como ejemplo, la primera semana del mes en curso.

Tres asesinados en el Mercado Sonora, dos en Meave, dos más en Tepito y aunque se ha reforzado la vigilancia en esta zona, el operativo implementado por los ambulantes ha resultado más efectivo, pues aseguran que tanto ellos como los clientes se siente más seguros, a tal grado que los robos han disminuido después de que se hicieran públicos los incidentes en ambos lugares.

“Sabemos que posiblemente estemos infringiendo la Ley, pero fue la única solución que encontramos. Preferimos tener todo esto en el anonimato, que no se supiera nada, pero lo que pasó en Meave y Sonora destapó todo, ni modo así es esto.

“Ahora sabemos que tenemos que estar con cuidado, que es gente rencorosa, lo peor es que sus familiares, sus amigos, sus hermanos, sus tíos, quienes les dan la información, están aquí, entonces no sabemos en quien confiar, pero quieras o no ha dado resultado, después de las balaceras ya no los hemos visto y la gente esta más segura”, continúo el entrevistado.

Vacío de poder y autoridad

Para los que analistas de la seguridad y la delincuencia organizada en la Ciudad de México este fenómeno de expansión e intimidación del llamado Cártel de Tepito, tiene dos bases fundamentales, el vacío de poder y de autoridad en el primer cuadro de la Ciudad, porque actualmente no hay una “cabeza” visible de la supuesta célula criminal ni de las autoridades, porque la policía no ha dado un golpe en este lugar.

En este sentido, los especialistas refieren también que el hecho de que las autoridades nieguen la presencia de estas células en la Ciudad es un error más grave, pues sólo sigue generando incertidumbre, ya que mientras dicen que no existe ningún grupo armado, estos van y los visitan puerta por puerta, local por local, enseñan las armas y exigen dinero.

De igual manera, detallan, posiblemente existan “imitadores” que sólo usan el nombre de este, o cualquier cártel, para intimidar, pero en realidad son inexistentes, aprovechando, precisamente, el vacío de poder que ha dejado el desmantelamiento de este grupo.

“Si partimos del punto de que aquí hay drogas, prostitución, comercio ilegal y si, por ejemplo, vemos que aquí agarran a los capos más importantes del país, es imposible decir que no hay delincuencia organizada, quizá no ocurra lo mismo que en otras entidades, pero aquí están.

“Lo que pasa en el centro de la Ciudad es muy grave por donde se vea, la autoridad debe hacer su trabajo y dar un golpe, detener a quienes extorsionan y decir: Son imitadores o son dirigentes de esta célula criminal. No se denuncia porque no hay confianza, porque se cree que hay un contubernio y esa perspectiva es muy difícil de cambiar”, comento Renata Raygadas, maestra en ciencias penales de la UNAM.

Este punto se debe atender urgente de parte de las autoridades, es necesario buscar mecanismos para denunciar y que se confíe nuevamente en los policías, “para los delincuentes es más fácil decirles que no denuncien porque tienen a los policías en su nómina y eso la víctima lo cree porque se da cuenta que nunca los detienen, por eso, optan por tomar justicia de propia mano, algo que es igual de grave que la extorsión.

“No basta con repartir volantes y que el procurador salga a recorrer estos lugares, eso no le sirve a la gente, sirve mediáticamente, pero a los delincuentes eso no les importa, sería diferente si se detiene a la célula que trae en jaque a los comerciantes, eso es más fuerte que recorrer calles porque así los locatarios se dan cuenta y confían en los policías”, abundó Martín Barrón del Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe).

Tras los enfrentamientos en la zona centro, las autoridades dieron a conocer el reforzamiento de los operativos en el primer cuadro de la ciudad, incluyendo Tepito, sin embargo, no se han dado a conocer los resultados.

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