Debido a la venta de especies amenazadas y sujetas a protección especial fueron asegurados 318 ejemplares de vida silvestre en el Mercado Emilio Carranza de la Delegación Cuauhtémoc y se presentaron al Ministerio Público de la Federación a tres personas por el presunto tráfico de las mismas.

En Operativo al Combate del Tráfico Ilegal de Especies en Riesgo en el mercado también conocido como “La Morelos”, personal de la PROFEPA detectó la venta de especies consideradas amenazadas y sujetas a protección especial, por lo que se efectuó dicha acción que permitió el aseguramiento precautorio de 02 aves; 152 reptiles; 156 anfibios; y 08 invertebrados.

Inspectores federales de la Profepa, elementos de las divisiones Científica y Gendarmería (Misión Ambiental) de la Policía Federal, así como de la Brigada de Vigilancia Animal de la SSP de la CDMX, verificaron un local y un puesto ambulante en la vía pública.

Los ejemplares asegurados son 42 tortugas de las especies Casquito Labios Blancos, Casquito, Tres Lomos, Pavo Real y Lagarto; 6 iguanas Verdes; 5 Monitor de la Sabana; 1 Dragón Enano o Lagarto Alicante de las Montañas; 6 culebras de las especies Perico Mexicana, Real Coralillo, Listonada de Montaña Cola Larga, Culebrita Gros, de Cafetal.

25 Lagartos Espinosos; 2 Loros Frente Blanca; 152 Ajolotes Tigre de Meseta; 7 tarántulas de las especies Tigre de Costa Rica, Bohemi y Rodilla de Fuego; así como 1 Escorpión Emperador.

También 10 ejemplares de Lagartija de Monte; 4 Geckos; 25 Pitón (Bola y Carpeta); 13 víboras de Cascabel de las especies Transvolcánica, Diamante, Cuernitos, Cola Negra de Mohove; 2 Serpientes Rey de Coralillo; 4 Falsos Coralillos; 1 Camaleón de Velo; 1 víbora Bitis Gabónica; y 4 Ranas (Parman).

Las personas detenidas por los uniformados federales y locales fueron puestas ante el Ministerio Público de la Federación, debido a que al momento de la inspección carecían de la documentación que acreditara la procedencia legal de los especímenes, conforme lo establece la legislación en materia ambiental.

Los ejemplares se canalizaron a una Unidad de Manejo de Conservación de la Vida Silvestre (UMA), con el propósito de efectuar a cada uno el estudio correspondiente para valorar su estado de salud y establecer el espacio a donde serían trasladados.

México posee gran diversidad de reptiles y anfibios; es el segundo lugar en los primeros y cuarto en los segundos; el 50 por ciento de ambos se encuentra en peligro de extinción.

El tráfico ilegal de especies en riesgo de extinción, en el país, se castiga hasta con 9 años de prisión; recientemente, fueron aprobados cambios a los códigos Penal Federal y de Procedimientos Penales, por lo que esta actividad puede investigarse como delincuencia organizada, con lo que se considera como delito grave y los involucrados pueden ser sentenciados hasta con 16 años de prisión y decomiso de bienes.

La dependencia federal resaltó la importancia de que los ciudadanos conozcan la situación de la conservación de estas especies y actúen con responsabilidad, no demandando o adquiriendo este tipo de ejemplares, mucho menos en establecimientos informales.

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