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phenelope.aldaz@eluniversal.com.mx
Tras 20 años de haber permanecido en el olvido, el Frontón México reabrirá sus puertas este viernes 10 de marzo, con una exhibición del jai alai.
El 2 de octubre de 1996, el Sindicato de Trabajadores del Frontón México inició una huelga debido a que el concesionario del inmueble, Miguel del Río, debía más de tres millones de dólares al dueño, Antonio Cosío.
Desde entonces, el emblemático edificio de la colonia Tabacalera estuvo abandonado, hasta el 18 de diciembre de 2015, cuando los dueños decidieron recuperar el inmueble, para lo cual se destinó una inversión de alrededor de 50 millones de dólares de capital privado.
La desgastada pintura amarilla de sus paredes quedó atrás.
El edificio art deco inaugurado el 10 de mayo de 1929 por el entonces presidente Emilio Portes Gil ahora luce un tono rojo ocre donde destaca una marquesina blanca, que enmarca el acceso principal.
En su interior, los trabajadores ultiman detalles, retiran los escombros y lo limpian todo.
El edificio permanece cercado por vallas metálicas. Las mallas negras que hasta hace unas semanas cubrían los ventanales ya han sido retiradas, mientras que sobre la banqueta aún permanecen pedazos de madera y un par de máquinas.
Desde el inicio de la remodelación se dio a conocer que se mantendría la fachada original y los colores exactos de cómo fue el santuario de la pelota vasca.
Las gradas fijas fueron sustituidas por unas retráctiles para permitir que el espacio sea utilizado para otro tipo de espectáculos deportivos, culturales y recreativos.
La rehabilitación también contempla, en una segunda etapa, la puesta en operación de un hotel, un casino y un restaurante.
Recuperación. El 13 de septiembre de 2013, integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) fueron desalojados del Zócalo de la Ciudad de México; su plantón se trasladó entonces a la Plaza de la República, sitio en el que permanecieron hasta 2015.
Cámaras empresariales reportaron pérdidas económicas superiores a los 2 mil millones de pesos, debido a que los negocios que se ubicaban en los alrededores del Monumento a la Revolución bajaron sus ventas y en algunos casos no hubo otra solución más que optar por cerrar.
La Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco) realizó un estudio sobre las afectaciones que se registraron en en las inmediaciones de la Plaza de la República, sus principales calles de acceso y las salidas a vialidades como Paseo de la Reforma, la avenida Insurgentes y Antonio Caso.
En esta área se identificaron 246 unidades económicas, 60% de las cuales cuentan con hasta cinco empleados, 17% tienen de seis a 10 trabajadores y 23% presentaban más de 10 empleados, con una afectación directa a solamente 46 establecimientos.
Después de que en ese episodio se diera una caída en las ventas de hasta 58%, ahora las autoridades locales apuestan a que la reapertura del Frontón México detone la actividad económica, cultural y artística de la zona, y que con ello se potencialice al resto de los establecimientos de toda la colonia Tabacalera.
