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Clonación de tarjetas, extorsión y halconeo son algunos de los delitos que la Procuraduría del Estado de México busca imputar a Elena Arlette Salas Chávez —activista animalista— y su esposo Omar David Castañeda Viloria, quienes el 3 de marzo fueran encontrados en avanzado estado de descomposición en un predio de la colonia Lechería, en Tultitlán.

La dependencia investigadora cree que el doble homicidio puede ser un ajuste de cuentas por algún “error” o falla que cometieron con la célula criminal que estaban involucrados, pues la desaparición y posterior ejecución de la pareja, quienes además presentaron huellas de tortura, la hicieron por lo menos seis personas y no sólo la que está detenida actualmente.

Según la necropsia, los cuerpos tenían el tiro de gracia. Parte de la investigación reveló que Omar David era policía de aquella ciudad y trabajaba en el C4, desde donde aparentemente proporcionaba información a un grupo delictivo para que trabajaran sin que fueran captados por las cámaras.

Él y su esposa Arlette además se dedicaban a clonar tarjetas de crédito. Así lo estableció la familia del ex agente con pruebas que ellos mismos aportaron a la procuraduría mexiquense.

Familiares de Omar David piden que la hermana de Arlette los deje reclamar el cuerpo para sepultarlo, pues la mujer ha manifestado su inconformidad, pues acusa que el cadáver no corresponde a David cuando una muestra de ADN ya certificó que sí es su cuerpo.

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