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Cansados de supuestos malos tratos y vejaciones, dos jóvenes de 24 y 30 años decidieron secuestrar a su propia madre en complicidad con su padre. Se la llevaron por la fuerza a Tlaxcala, donde sufría de maltrato físico y de robo, pues retiraban dinero de sus tarjetas de crédito.

Las autoridades se percataron de esta situación gracias a una denuncia que realizó un vecino de manera anónima, tras esto, agentes investigadores acudieron al domicilio a preguntar por la mujer de 60 años, sus hijos le dijeron que se encontraba fuera de la ciudad por cuestiones de salud, pero que no había problema alguno.

Poco después —según la investigación— la propia secuestrada habló por teléfono con los agentes investigadores e informó que estaba en Puebla en consulta médica, sin embargo, el geolocalizador del celular indicaba que se encontraba en Tlaxcala, lo que resultó sospechoso para los investigadores, quienes regresaron con los hijos y estos confesaron el delito, mientras que el padre y esposo, quien planeó todo, se percató de la llegada de las autoridades y escapó.

En conferencia de prensa, el fiscal Especial para la Atención del Delito de Secuestro de Secuestro, Fuerza Antisecuestro (FAS), Guillermo Terán, explicó que el mandamiento judicial fue ejecutado en la colonia San Pedro Mártir, de acuerdo con el expediente, el 17 de diciembre de 2016 una persona denunció ante la fiscalía referida que la víctima estaba privada de la libertad por su cónyuge y dos de sus hijos en el domicilio familiar, ubicado en la colonia Nuevo Renacimiento Axalco, en la delegación Tlalpan.

Derivado de esto, las indagatorias establecieron que la afectada sufría violencia familiar desde hace 30 años, cuando se unió en vínculo matrimonial; desde entonces fue agredida física y sicológicamente dentro de su propio hogar. Cansada del maltrato que recibía, en noviembre pasado decidió ponerse a salvo en la casa de su madre, localizada en la colonia Topilejo, delegación Tlalpan. Al enterarse de ello, los probables agresores, en compañía de su padre, llegaron a dicho inmueble y la obligaron a abordar una camioneta en la que la trasladaron a una casa ubicada en el pueblo de Santa Justina Ecatepec, municipio de San Felipe Ixtacuixtla, estado de Tlaxcala.

En el trayecto a dicho punto, la víctima observó una unidad de la Secretaría de Seguridad Pública de la CDMX e intentó bajarse del vehículo, pero su hijo impidió que escapara. Más tarde, al establecerse en el inmueble referido, la víctima trató nuevamente de huir, por lo que su esposo e hijo la golpearon para someterla y la encadenaron a una escalera.

Después, los probables participantes decidieron regresar a la capital y al enterarse de la denuncia en su contra, la agraviada fue obligada por su esposo a tomar una llamada de la Policía de Investigación para que manifestara que se encontraba en Puebla en una cita médica y que todo estaba bien. No obstante, el geoposicionamiento del teléfono definió que se encontraban en Tlaxcala, lo cual permitió a los agentes investigadores ubicar y rescatar a la mujer.

Sus hijos fueron vinculados a proceso, en la audiencia de control un juez les impuso como medida cautelar la prisión preventiva oficiosa, por lo que enfrentarán su proceso en el Reclusorio Preventivo Varonil Norte y el Centro de Readaptación Social Santa Martha Acatitla, respectivamente, de encontrarse culpables pasarían entre 50 y 80 años en prisión.

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