En los próximos días, iniciará la sustitución de 30 mil topes en las calles de la Ciudad de México.

Lo anterior, luego de que la Gaceta Oficial de la Ciudad de México publicara el “Decreto por el que se adicionan y reforman diversas disposiciones de la Ley de Mitigación y Adaptación al Cambio Climático y Desarrollo Sustentable para el Distrito Federal y de la Ley de Movilidad del Distrito Federal”.

Víctor Hugo Romo, diputado local que promovió la iniciativa hace cinco meses, dijo que las nuevas disposiciones contribuyen a mejorar la coordinación entre las dependencias del gobierno de la ciudad y las delegaciones políticas para mitigar el tránsito.

“La norma está encaminada a que sea más eficiente la circulación vehicular, fortalecer la seguridad del peatón y coadyuvar a mejorar el cuidado del medio ambiente, al reducir la emisión de gases de efecto invernadero”, señaló Romo.

El perredista informó que en la capital existen unos 30 mil topes, de los cuales la mayoría fueron colocados de manera arbitraria, sin ningún estudio, ni soporte técnico y sin tomar en cuenta la repercusión negativa en materia ambiental.

“Muchos son innecesarios, se colocaron de manera anárquica, arbitraria y sin ningún soporte técnico”, puntualizó.

Todo esto, dijo, a pesar de que el Centro de Estudios de la Atmósfera de la UNAM, con datos fundados, dio a conocer que un automotor al frenar a cero su velocidad ante un tope, genera 300 % más emisiones de contaminantes, y aun así se siguieron colocando”, aseguró.

Aclaró que en una primera etapa el retiro se dará en vialidades primarias y en principio se prevé quitar unos 10 mil topes de estas avenidas.

Un estudio de la Secretaría de Ciencia y Tecnología comprueba que el gasto al pasar un tope por ejemplo en ejes viales puede superar los 400 mil dólares al año, lo cual justifica la construcción de infraestructura urbana y los sistemas de tránsito peatonal inteligente que reducirían la exposición de los ciudadanos a emisiones vehiculares a nivel calle.

De acuerdo con el proyecto “Estimación de las emisiones vehiculares, gasto energético y exposición a contaminantes atmosféricos, asociados a los reductores de velocidad en la Ciudad de México”, del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, en el caso de los autobuses diesel, un tope vehicular aumenta en 900% la emisión del material particulado en el arranque al recuperar la velocidad.

jlcg

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