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“Ya nos estamos acostumbrando a no circular”, dijo Daniel Gómez durante su camino a su lugar de trabajo a bordo del transporte público, pues por el doble Hoy No Circula de ayer tuvo que dejar su vehículo en casa.

Luego de que la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe) activó la Fase 1 de Contingencia Ambiental en la Ciudad de México, los vehículos con engomados verde y amarillo no circularon ayer y por ello cientos de personas realizaron sus traslados a bordo del transporte público y aunque ha sido una estrategia negativa para los capitalinos, algunos consideran que es un buen ejercicio, pues la ciudad está muy afectada por la contaminación.

“Creo que el Hoy No Circula así se debería de quedar, que dejemos de circular todos un día, nos ayuda para contaminar menos y agilizar la circulación que diario era un caos, donde quiera había tráfico, ahora es más fluido, aunque el transporte nada ha mejorado”, comentó Beatriz Herrera, conductora afectada.

Ayer, aunque es un día relativamente de menor incidencia en el transporte público, se observó que debido a la contingencia muchas personas utilizaron el Metro, Metrobús y otros medios de transporte, por lo que algunas estaciones estuvieron saturadas.

Durante un recorrido realizado por EL UNIVERSAL en diversos medios de transporte se observó la presencia de gran número de personas quienes esperaron a que pasara una unidad casi media hora.

Bajo los intensos rayos del sol, en las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México, los usuarios de la Línea 5 del Metrobús tuvieron que esperar más del tiempo previsto para subir a una unidad, pues los camiones tardaban hasta 25 minutos en pasar. Ante esta situación muchos buscaron vías alternas para llegar a sus destinos.

Norma Esquivel, dueña de una papelería en el municipio de Naucalpan, todos los sábados viaja en su camioneta al centro de la capital para surtirse, pero ayer su automóvil no circuló por lo que optó en tomar un camión y el Metrobús; sin embargo, asegura perdió todo el día.

“La camioneta que tenemos es doble cero, la mandamos a revisar constantemente porque es importante para el negocio, pero aun así no podemos circular, hoy perdí todo el día, ya estoy de malas y el Metrobús ni pasa, creo que utilizaremos taxi y va salir más caro el caldo que las albóndigas”, dijo la mujer que cargaba varias bolsas.

En la Línea 1 del Metro, César Muñoz se quejó de que “el Metro va lento, se tarda, va abarrotado, no sirven algunos ventiladores y hace mucho calor, pero hay que aceptar que el aire está muy feo, ya tiene mucho que no se ve un cielo despejado”.

Aunque para Juan Estrada, no todo es malo: “Sí, a todos nos molesta el uso del transporte público, pero también hay que aceptar que así caminamos, podemos usar bicicleta y ahorramos dinero”.

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