metropoli@eluniversal.com.mx

Joaquín Rueda Carrillo es funcionario del Gobierno de la Ciudad de México y actor de la Pasión de Cristo. Este año interpretará a Lucifer en la 174 representación de la crucifixión de Jesús en la delegación Iztapalapa.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el funcionario adscrito a la Consejería Jurídica y de Servicios Legales (Consejur) comenta que desde el año 2000 ha participado con diversos papeles en la representación: apóstol Juan, Jesús, Simón Cirineo, Lucifer y Poncio Pilato.

Al mismo tiempo ha trabajado en diferentes dependencias del Gobierno de la Ciudad de México: en la Procuraduría General de Justicia, Instituto de Verificación Administrativa, y en la Asamblea Legislativa en cargos como analista de información, coordinador y asesor.

Lo más complicado, comenta Joaquín, ha sido separar su horario de trabajo como servidor público y su gusto por participar en la organización y representación de la Pasión de Cristo.

Señala que ha tenido cuidado de no ocupar el horario laboral para atender el tema religioso; sostiene que este año su participación como Lucifer dura aproximadamente 40 minutos hoy en el Cerro de la Estrella a partir de las 10 de la noche, por lo que no se empalma con su trabajo.

“Lucifer no sale en la procesión, no sale a recorrido; es algo que se ha hecho desde hace mucho tiempo. Lucifer sale de la explanada hacia el Cerro de la Estrella, realiza su escena y se va a casa”, afirma el actor voluntario.

Tampoco posee un cargo dentro del Consejo Directivo del Comité Organizador de la Semana Santa (Cossiac), y no es necesario acudir a las reuniones, las cuales se realizan entre semana y en horarios laborales.

Sin revolver papeles. “Los ensayos son solamente los domingos en horario no laboral y puedo meterme de lleno; son de 2 a 10 de la noche; no hay mayor situación ahí”, dice.

—¿Qué te han comentado tus jefes respecto a tu participación en la Pasión de Cristo?

—Que cumpla con mis responsabilidades, es lo fundamental, y que no se mezclen los temas. Insisto, he estado en otras instituciones de Gobierno y generalmente nunca he tenido ningún tipo de transgresión con las funciones propias del cargo y mucho menos con la representación en sí.

Hasta el martes pasado, Joaquín no había solicitado un permiso o licencia al gobierno local para participar en la Pasión de Cristo.

“He podido desempeñar mis funciones combinando un poco el tema de la representación; aunque sea un tema o expresión religiosa, desde mi punto de vista es una expresión socio-cultural, (…). Cabe destacar que somos una representación que no organiza la Iglesia católica, la organizamos gente de los ocho barrios de Iztapalapa”.

El antagonista. No es la primera vez que Rueda Carrillo interpreta a Lucifer; este año será la sexta ocasión.

“El tema de Lucifer me llama la atención porque es la personificación de todo lo que es malo para las personas, para la humanidad, (…). Hace un relato de asesinatos, de traiciones, de abusos cometidos por tiranos”, externa.

Afirma que para ese papel, al igual que los personajes de Judas y Poncio Pilato, se requieren de cinco a 10 años de antigüedad de participar en las actividades del Cossiac, ser un asociado activo, y además de tener la mayoría de votos de la Asamblea General para cada uno de esos papeles.

Joaquín considera que su participación en la asociación ha sido importante, pues apoyó para que la Pasión de Cristo en Iztapalapa fuera declarada Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México, la cual tardó cuatro años en concretarse.

“Yo soy un socio activo. Este año, cuando acabe la representación, vienen elecciones para Consejo Directivo; cambio de papeles que se renuevan cada dos años, y ya veré si busco algún otro papel o me quedo en la organización del evento.

“No hay motivo para no estar participando [en la Pasión de Cristo] o estar en la organización (…). Cada año, si se puede, hay que estar participando o estar presente en la representación”.

Google News

Noticias según tus intereses