Candidatas del PRD y de la coalición PRI-PVEM decidieron dar un giro a sus campañas proselitistas dejando de lado el color que las abandera y optar por uno diferente con miras a ganar un cargo de elección popular.

Ahora rosa, lila y blanco son los colores que predominan en la propaganda de algunas aspirantes a una jefatura delegacional o diputación local.

La aspirante a la delegación Benito Juárez, Dinorah Pizano, le ha dado identidad a su imagen con el mismo color rosa intenso que distingue la administración del jefe de gobierno, Miguel Ángel Mancera.

Sobre calzada de Tlalpan hay un espectacular del que sobresale la imagen de la perredista y de fondo el color rosa intenso con amarillo. Su lema “Resolvamos BJ, ¡Ya es hora!” destaca por sus letras en color blanco.

De acuerdo con la aspirante a la delegación Benito Juárez, el rosa que impregna en su campaña proselitista es un color que ha utilizado desde que inició en su gestión. Su módulo de atención y gestión ciudadana también está pintado del mismo tono.

“Me enorgullece resaltar este rosa intenso, es cuestión de femineidad y considero que enaltece aún más a la mujer”, señaló Pizano.

En su propaganda también recurre al color amarillo, pero en minoría, respetando el logo del PRD —amarillo y negro— pero agregando una palomita de color rosa.

Especialistas en mercadotecnia aseguran que emplear el color rosa en campañas electorales atrae la atención de más gente, particularmente del sector femenino, además de ofrecer tranquilidad.

Otra de las candidatas, pero a la delegación Coyoacán por la coalición PRI-Verde Ecologista, que decidió insertarle un color lila a su publicidad es Hannah de Lamadrid.

Aunque va abanderada por el partido tricolor, decidió colocar en su propaganda el logo de manera discreta, casi imperceptible a los ojos de la opinión pública.

En sus carteles que se ubican en el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, como en la estación Miguel Ángel de Quevedo, se aprecia su nombre con letras de color lila y negro. También resalta su rostro, enmarcado con un fondo blanco.

La coyoacanense aclaró que el no contemplar los colores rojo, verde y blanco en su propaganda electoral, que desde años han distinguido al PRI, representa sólo un cambio de color más no de identidad partidaria.

Hannah dijo estar convencida, más allá de la propaganda, que lo más importante es seguir escuchando a la gente. “Los políticos de siempre pueden dar discursos sobre poner orden, corregir la inseguridad, o lo que sea, pero sabemos que nunca lo logran porque no saben escuchar y, por lo tanto, no entienden las verdaderas necesidades de la gente ni cómo resolver sus problemáticas de raíz. Coyoacán requiere un cambio y me siento orgullosa de ser una candidata realmente progresista”, precisó.

Aunque David Razú, candidato a jefe delegacional en Miguel Hidalgo, no deja de usar el color amarillo de su partido y lo enaltece con un foco para acentuar su nombre, también recurre al lila y al negro.

En varios de sus carteles, pendones de la delegación y en su página web se puede apreciar este color, que al mismo tiempo lo emplea el ex jefe delegacional Víctor Hugo Romo.

Cabe hacer mención que a principios de año el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) determinó que la propaganda impresa utilizada en las campañas electorales deberá elaborarse con material reciclable y biodegradable.

También que el material no deberá contener sustancias tóxicas o nocivas para la salud o el medio ambiente, por lo que los colores que están empleando los candidatos no interfiere o va contra la norma electoral.

No obstante, lo que sí deberán cubrir como obligación es que en su material propagandístico impreso debe tener el símbolo internacional del material reciclable.

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