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QUEBEC.- "Los ingleses tienen el comercio, pero nosotros tenemos la cultura", solían decir los quebequenses en el siglo XVIII. Pero si bien las cosas han evolucionado notablemente desde los tiempos coloniales, la provincia canadiense de Quebec sigue brillando, con su capital la Ville de Quebec como insignia, como expresión de una vasta y sólida propuesta cultural que se manifiesta en todos los sentidos, proyectando desde luego en su gastronomía un orgullo, un sentir latino y el sello inconfundible de su herencia francesa.
"Tenemos un vínculo y un pasado con Francia que es parte evidente de nuestra identidad, comenzando por el idioma, y y que se proyecta en múltiples sentidos. Los quebequenses tenemos un gusto especial por las celebraciones, aún en el invierno; y desde luego la comida es parte esencial de ellas. La provincia cuenta con numerosos huertos, granjas y queserías que proveen nuestras mesas con excelentes productos naturales, sin faltar desde luego nuesta famosa miel de maple. Canadá tiene alrededor de 11 mil productores de miel, pero la mayor parte de ellos están concentrados en Quebec. Es un producto que prácticamente se lo ponemos a todo", dice con humor Caroline Laplace, promotora de Quebec City Tourism.
El río Saint-Laurent es la insignia fluvial de la región y el nombre de Quebec hace referencia en la antigua lengua algonquina, al punto "donde el río se hace más estrecho". En ambas márgenes la ciudad de Quebec muestra dinamismo, con las chimeneas de sus fábricas del papel como símbolo de su empeño industrial. Pero es también ciudad de artistas, de orfebres; así como de académicos y estudiantes, rindiendo honor a su ancestral carácter de ciudad universitaria.
Saint Roch es uno de los barrios populares más antiguos de Quebec. En los 90 del siglo pasado tuvo una transformación radical, pasando de una zona de clase trabajadora a un reducto de fashionistas, restaurantes de vanguardia y sobre todo como nicho donde residen y trabajan algunos de los jóvenes magos de la multimedia, los creadores de algunos de los videojuegos más famosos en el orbe.
"La zona había venido a menos, luciendo poco atractiva para el turismo y por supuesto para la población local. Algunas zonas comerciales estaban techadas a la manera de las arcadas parisinas, sin embargo era un escenario muy lúgubre", comenta Evelyne Cloutier, de Quebec City Food Tours.
La parroquia de Saint-Roch, en la estratégica rue Saint-Joseph, se yergue como uno de los principales símbolos de este barrio, con la efigie en la cúspide de su campanario del occitano reconocido como patrono de los peregrinos, los enfermos, los cirujanos; además de protector de los mascotas, particularmente de los perros.
Fromagerie des Grondines & Friends
Ôm Prana
Este bistro vegano forma parte de un sutil y bien estructurado complejo que incluye, como indican sus fundadores, yoga, meditación y alimentación sana. Así, con menús variados acordes con el concepto vegano, Ôm Prana ofrece una atractiva oportunidad de disfrutar los sabores de vegetales producidos invariablemente en la región. Cuenta además con una tienda de productos afines. La promesa es salud, vitalidad y ligereza, que no caen mal para disfrutar los paseos a pie por la ciudad fundada por Samuel de Champlain en 1608.
Noctem
La alguna vez desolada rue du Parvis es actualmente una de las calles más transitadas, con espectáculos públicos que incluyen música y danza, sobre todo en el verano. Desde los amplios ventanales de Noctem se aprecia ese ambiente de fiesta, en sintonía con el goce de las más variadas cervezas artesanales de la región. La celebración también está en el interior, ya que periódicamente realizan eventos especiales, invitando a algunos productores de otros puntos de la región y del país. Sin duda un lugar para celebrar, comer y beber muy bien.
Camellia Sinesis
Chez Ashton
Champagne Chocolatier
