TOMA NOTA.  La desesperación por perder peso nos puede llevar a cometer malas decisiones sobre nuestra alimentación y estilo de vida. Se tiene la errónea idea que, para perder peso, es necesario someterse a dietas inapetentes, extremas y costosas. El bien comer es un placer  y una dieta correcta no debe ser aburrida y, mucho menos, restrictiva. Ésta deberá  incluir los tres grupos de alimentos del Plato del Bien Comer: las verduras y las frutas; los cereales y tubérculos, las leguminosas y los alimentos de origen animal.

Dieta cero carbohidratos
Aunque para muchas personas resulta más cómodo eliminar alimentos que moderar porciones, cualquier dieta que excluya algún grupo de alimentos puede resultar perjudicial a la salud. Los carbohidratos —que aportan glucosa— son los encargados de suministrar energía al cuerpo, principalmente al cerebro. Cuando éstos se eliminan de la dieta, el organismo comienza a utilizar la grasa como energía (en el mejor de los casos) y a producir glucosa a partir de los músculos,  provocando —entre otras cosas— deshidratación y pérdida muscular. La restricción de carbohidratos te hará perder peso; no obstante, no necesariamente perderás grasa y provoca cansancio, mareo y náuseas. Este tipo de dietas deben seguirse en plazos cortos, bajo vigilancia y prescripción de un profesional.

Dieta de la toronja 
Para reducir  tallas se necesita algo más que  masajes o alimentos considerados como “quema grasa”. Esta dieta promete perder ocho kilos en tan solo siete días, pero una pérdida de peso saludable entra en un rango de  500 g a 1 kilo por semana. La toronja es rica en fibra, lo que facilita la digestión y aumenta la saciedad pero ¡ojo!: el jugo de toronja puede intervenir con algunos medicamentos como: Estatinas (para bajar el colesterol), Nifedipina (para la hipertensión), Ansiolíticos (buspirona), Antiarrítmicos (amiodarona) y Antihistamínicos (fexofenadina).

Dietas hipocalóricas
La mayoría de las dietas de moda son dietas hipocalóricas, es decir, que aportan menos de mil calorías. El objetivo de estas dietas es reducir las calorías: no importa qué comas, pero sí cuánto. Por lo general, se trata de dietas sin supervisión y tienden a ser  desequilibradas y pueden provocar  desnutrición, fatiga, estreñimiento, piel seca, pérdida de cabello, intolerancia al frío y cambios emocionales.

Dieta detox
Consiste en tomar jugos o un solo tipo de alimento durante uno o más días para limpiar al organismo y depurar toxinas. Sin embargo, este régimen es desequilibrado y con poca variedad de alimentos. Además, provoca hambre, ansiedad, debilidad, fatiga, hipoglucemias y, en ocasiones, desmayos. La evidencia que existe sobre este plan de alimentación es anecdótico, no científico. Los encargados de depurar toxinas no son los jugos ni los productos milagro, son los riñones, el hígado, la piel, el sistema linfático, las mucosas y el sistema digestivo. El mejor “detox” se logra depurando malos hábitos y manteniendo el organismo en buen estado.

¿Cuándo desconfiar de una dieta?

  1. Si promete reducir más de un kilo  por semana
  2. Si omite algún grupo de alimentos
  3. Si consta de un solo alimento
  4. Si promueve ayunos prolongados
  5. Si prohíbe mezclar alimentos
  6. Si aporta menos de mil calorías
  7. Si se acompaña de pastillas misteriosas

Las dietas de moda jamás serán una solución a largo plazo
Siete de cada 10 adultos mexicanos tienen sobrepeso, por tanto, resulta un excelente negocio vender y promocionar dietas prometedoras que lo único que adelgazan es la cartera. Una pérdida excesivamente rápida no es sana ni realista para el bienestar de tu organismo. Cuida tu salud y evita charlatanerías.

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