Cuando se habla de comida árabe, en este caso cocina libanesa, casi siempre lo primero que nos viene a la cabeza es: abundancia, y no es para menos, tan solo basta ver —o haber participado— en una de sus muy abundantes mesas; quizás después de la abundancia, nos vengan a la mente otros adejetivos como especiado, saludable oexótico, pero, una característica que quizás pasemos por alto es el compartir. Y es que no hay otra manera de decirlo,  bien lo dice el chef Mohamed Mazeh —a cargo de las cocinas del Centro Libanés y Al Andalus— “la cocina libanesa no es una cocina individualista, todo se coloca al centro de la mesa y todos comen de ahí; es una cocina generosa y compartida”.


La mesa libanesa
Dicen que la cocina libanesa es el perfecto balance entre lo mediterráneo y lo árabe, una combinación de carnes, granos, vegetales, especias y preparaciones comunes en las cocinas del Oriente próximo, y sin embargo, la cocina libanesa brilla por si misma al lado de las demás estrellas culinarias de oriente.
Ubicado en la antigua región del Levante mediterráneo, Líbano sufrió durante siglos invasiones de otras culturas las cuales dejaron huella en su sazón, tal es el caso del imperio otomano que mantuvo una ocupación territorial por más de 400 años durante los cuales introdujeron la preferencia por el cordero, el aceite de oliva, el labeh,  frutos secos y el café. Otra influencia se debe a los viajeros y comerciantes que transitaban por Beirut llevando y dejando consigo ingredientes, especias y nuevos sabores. 
Repleta de preparaciones frescas y sencillas, el banquete libanés comienza con el mezzeh, una suerte de aperitivos compuestos por platillos fríos o calientes que pueden incluir  kibbeh,  fattoush,  tabbouleh, jocoque,  hojas de parra rellenas y el omnipresente hummus. Si es tu primera vez en la mesa árabe, podrás confundir  inocentemente —a mi me sucedió— el mezzeh con la comida, grave error, ese era el comienzo. Después de abrir apetito llega lo mero bueno: carnes, que van desde cordero, res o aves como el pollo, hasta magníficos pescados acompañados de vegetales y granos como el arroz o lenteja. Finalmente después de comer con gusto, te recomiendo tomes como digestivo un vaso de arak (licor) y te enfrentes a los postres como el maamoul, kanafeh y baklavas, eso sí, acompañadas de un buen café.

La magia detrás. Preparar un banquete libanés dista mucho de ser una tarea sencilla, tan solo basta ver su fastuosidad 
y copiosas cantidades de los diversos platillos que llegan a la mesa. Desde el mezzeh, los platos fuertes, carnes, los acompañantes, los postres y el café requieren de tiempo, esfuerzo y mucho más que un par de manos. 
El chef Mohamed Mazeh, quien llegó a las cocinas del restaurante del Centro Libanés hace siete años, cuenta con un gran equipo interdisciplinario que  se compone por: el chef Alfonso Coronado, Dib Harakeh y el chef repostero, Guillermo Ramírez. “Es una gran experiencia, vengan, acérquense a conocer y salgan satisfechos y felices,” concluye el chef Mazeh.

chef_mohamed_mazeh_centro_libanes_el_universal.jpg

*Agradecemos las facilitaciones del Restaurante del Centro Libanés y del chef Mohamed Mazeh para la realización de las fotos

RESTAURANTE CENTRO LIBANÉS

Dirección: Calle Hermes 67, col. Crédito Constructor
Tel:  5228 9933
Twitter:  @CENTROLIBANESAC
Horario: lun-dom 07-21 hrs.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses