Con el crecimiento que tiene la cultura cervecera en México y en el mundo, muchos historiadores y antropólogos han regresado a estudiar el origen de la misma y se han comenzado a preguntar si la cerveza, o lo que podría haber sido la antecesora de la cerveza, fue descubierta antes que el pan.
Es una teoría que suena muy seductora y rebelde, que definitivamente podría cambiar cómo percibimos esta refrescante bebida, pero ¿qué tan real es esta hipótesis? Para entenderla mejor, primero debemos saber más sobre los ingredientes que conforman la cerveza: cereales malteados (principalmente cebada), agua, lúpulo y levaduras.
En la primaria nos enseñaron que el hombre dejó de ser nómada cuando descubrió la agricultura, cuando se dieron cuenta que podían cultivar y almacenar granos que los podían alimentar todo el año. Pero los granos en sí son como pequeñas rocas, difíciles de consumir, lo que orilló a nuestros antepasados a molerlos, remojarlos, tostarlos, etc. para hacerlos más fáciles de comer. Pronto, se dieron cuenta que al remojar los granos en agua estos sabían mejor y que el sabor mejoraba aún más si les agregaban un ingrediente importantísimo en la cocina: fuego.
Tal vez por error o por experimentar, dejaron la mezcla a la intemperie y fue ahí cuando la naturaleza entró en acción, las levaduras que se encuentran el aire convirtieron el azúcar y los almidones de los cereales en alcohol. El resultado fue una bebida burbujeante e intoxicante, que tenía una gran cantidad de nutrientes, brindaba energía y que se convirtió en una excelente manera de compartir provisiones con otros.
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¿Y el pan?
Existe una hipótesis que afirma que el pan fue creado cuando una cerveza (hay que recordar que las primeras cervezas conservaban la masa de granos fermentados) se cayó sobre una piedra caliente, lo que resultó en una especie de galleta que era fácil de comer, transportar y compartir. Sin embargo, esto es sólo una hipótesis, no existe ninguna prueba que soporte esta teoría, lo más probable es que la cerveza y el pan nacieran al mismo tiempo como resultado de los diferentes experimentos que se realizaban para descubrir las distintas maneras había para consumir los granos de cereal. Lo cierto es que tanto el pan como la cerveza son base de una alimentación milenaria, un par de ingeniosos inventos que potencializaron los nutrientes de algo tan simple como un grano de cereal y lo convirtieron en alimentos indispensables para la humanidad.