El mundo no se pone de acuerdo de cómo empezó el concepto de turismo rural, pero todo parece indicar que fueron los franceses por ahí de la década de los setentas los que comenzaron el fenómeno. Consiste básicamente en otorgar facilidades para que viajeros exploren la vida agrícola de lleno, al alojarse en granjas, ranchos o viñedos para vivir de primera mano un proceso de producción. Desde que surgió el movimiento, muchos países imitaron el concepto por el interés de un porcentaje de la población que buscaba alejarse de los enormes complejos turísticos para estar más en contacto con la naturaleza, algo que es prácticamente imposible en grandes urbanizaciones.

Afortunadamente para los habitantes de la Ciudad de México, a tres horas de distancia se encuentra Rancho Santamarina en el que el visitante no sólo podrá vivir de lleno la experiencia de una vida en el campo, el proceso para hacer queso orgánico, pastorear cerdos que crían para el chef Brendan Clancy del restaurante Erlum, cabras y ovejas y hasta aprender qué es la agricultura biodinámica como lo han hecho los más de 3 mil visitantes que han acudido a lugar.

Todo comenzó cuando el ingeniero Javier Pérez Rocha Malcher y su familia decidieron dedicar las hectáreas de su rancho a la producción de espárragos para ser distribuidos en restaurantes locales y tiendas de autoservicio. Decepcionados por el trato que recibían los pequeños productores hace casi dos décadas, eligieron buscar otra manera de usar la tierra. La oportunidad llegó a su puerta cuando Javier conoció a Carlos Pereza, quesero artesanal y un experto internacional. Fue él quien le enseñó los secretos de cómo producir queso de oveja inspirados en la tradición europea. Hoy producen nueve tipos de queso distintos de oveja y cabra que maduran en su espectacular cava. Al visitar el rancho, entre las múltiples actividades disponibles se recomienda hacer la degustación de todos sus quesos hasta encontrar el favorito, será una tarea difícil pero sumamente divertida. Todos tienen la certificación Latte Nobile, un novedoso método de diferenciación originado en Parma por los queseros italianos para demostrar como el queso de un animal que come más de 7 pastos diferentes posee mejor calidad y una mayor relación entre omega 3 y omega 6 que lo vuelve rico en antioxidantes y menos propenso a provocar alergias alimentarias e intolerancias.

Desde su fundación en 2003 y su certificación como rancho orgánico en el mismo año, Rancho Santamarina ha diversificado sus actividades agrícolas para incorporar prácticas que vale la pena conocer. Implementaron por ejemplo la cría de gallinas y producción de huevo con una particularidad: viven en una casa móvil que va rotando por toda la propiedad con el fin de que las aves vayan aprovechando la comida disponible en el área sin agotar los recursos de la zona. Lo mismo aplica para las ovejas y cabras, que van mudándose de área cada determinado tiempo para dar oportunidad al campo de regenerarse.

La práctica fue inventada por Allan Savory, un biólogo africano quien rompió todos los paradigmas de engorda de ganado al observar los patrones de alimentación de las manadas de mamíferos silvestres. Vale la pena dar una vuelta por el sitio para vivir de primera mano qué los ha vuelto tan exitosos al grado de ofrecer sus quesos en restaurantes como La Table Krug en Hotel St. Regis o los lugares de la chef Mónica Patiño.

También puedes encontrar sus productos en su tienda La Fronteriza, en Frontera 130, Col. Roma, date una vuelta y pruébalos todos, te volverás fan de inmediato.

Rancho Santa Marina

Dirección: San Rafael 1, San Rafael El Marqués, Qro.

Tel: (442) 292 7060

Instagram: @RanchoSantaMarina

Web: ranchosantamarina.com

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