Economía Azul: momento de crecer estratégicamente

La fuente más dinámica del crecimiento económico en los próximos años no está en la tierra, sino en el mar. Así lo considera la Economía Azul, un enfoque económico que rescata el valor de los bienes y servicios del océano, promoviendo el uso responsable de sus recursos para generar beneficios económicos y sociales para el planeta.

Según la FAO, el valor global de la economía de los océanos es de casi 150 mil millones de dólares, generando más de 31 millones de empleos directos. Para 2030, la cifra podría crecer a 40 millones de empleos, principalmente en los sectores energético, turístico y pesquero.

México puede ser un jugador clave en la Economía Azul. El país cuenta con 11 mil kilómetros de costas donde se realiza un gran número de actividades productivas que contribuyen significativamente a nuestra economía. Una de ellas, y quizá de las menos exploradas, es la pesca.

Nuestro país es uno de los 20 principales productores de pescados y mariscos en el mundo. La pesca da empleo directo a 250 mil personas y a casi 2 millones de manera indirecta. Sin embargo, la sobrepesca y una visión de manejo concentrada en generar volumen en lugar de valor han limitado al sector. Por ejemplo, por cada dólar de valor que se extrae del mar, se obtienen 60 centavos extra en valor agregado, mientras que en países como Perú y Chile –con menor extensión costera pero un sector más desarrollado y organizado– se generan 2.4 y 2.9 dólares de valor, respectivamente.

La buena noticia es que la pesca en México puede aportar mucho más si actuamos ahora. El estudio “Pesca y Economía del Océano: sustentabilidad y rentabilidad a nuestro alcance”, elaborado por EDF de México, investigadores mexicanos y de la Universidad de California Santa Bárbara, concluye que es posible lograr una pesca sustentable, rentable y eficiente en menos de 10 años, al cambiar la forma en la que aprovechamos nuestros recursos. Con un manejo más sustentable, en 20 años México podría generar ingresos por más de 211 millones de dólares al año, aumentando la producción derivada de la pesca en 24% y la cantidad de peces en el mar en 70%. Esto aseguraría más alimento para los mexicanos y el sustento de quienes dependen de la pesca.

En unos días, México será sede de la Cumbre Mundial del Océano, uno de los eventos más relevantes en la materia a nivel global. Como anfitrión, México tiene la oportunidad de demostrar al mundo que en nuestros mares ya hay ejemplos de pesca sustentable. 1 de cada 5 kilos de pescados y mariscos que se producen en México proceden de pesquerías que están realizando esfuerzos para alcanzar una mayor sustentabilidad por medio de una certificación.

Para que México se perfile aún más como ejemplo de pesca sustentable a nivel global, debemos aprovechar el impulso de la Economía Azul y posicionar a la pesca como uno de los temas prioritarios de la agenda pública. Lograrlo requiere acelerar las transformaciones necesarias para adoptar prácticas sustentables basadas en información científica y en políticas públicas diseñadas con la participación de todo el sector.

Los océanos son parte central del futuro de México. Son una fuente importante de alimentos, juegan un papel preponderante en la industria energética, producen divisas significativas por turismo y un gran porcentaje de mexicanos dependen de los recursos marinos y costeros del país para su bienestar socioeconómico y el desarrollo sustentable de sus comunidades. Aprovechemos la oportunidad que brinda la Cumbre Mundial del Océano para fomentar el diálogo e impulsar juntos una ola de crecimiento de la Economía Azul.