De acuerdo con el Monitor Global de Emprendimiento 2018/2019 (GEM), México tiene el segundo mejor entorno para emprender en América Latina, después de Argentina, aunque todavía tiene muchos retos que vencer, particularmente, en materia de cargas impositivas y regulación.

A nivel global, en el Índice de Contexto de Emprendimiento Nacional (NECI, por sus siglas en inglés), el país ocupa el lugar 23 de 54 naciones. Este indicador elaborado por Babson College y la London Business School, consta de 12 variables. Destacando en infraestructura pública (7.64 puntos); educación para el emprendimiento a nivel superior (6.45 puntos) y las dinámicas del mercado interno (6.26 puntos). Contrasta la mala evaluación de educación de emprendimiento a niveles bajos (3.37 puntos); las cargas internas de mercado (4.08 puntos) y políticas gubernamentales: impuestos y burocracia (4.1 puntos). Su calificación total es 5.21 puntos, que le coloca en la región latinoamericana por arriba de Chile (26) y Colombia (32), por ejemplo, pero por debajo de Argentina que se ubica en la posición 21.

Cada vez muchas personas en el país, están visualizando el emprendimiento como una alternativa de generación de recursos y de independencia económica, como lo muestra la evaluación en la calificación de “normas sociales y culturales”. Empero el esfuerzo recae mucho en ellos, no sólo porque no es fácil entrar el mercado, sino también por los elevados costos en abogados, publicistas y contadores (infraestructura legal y comercial).

Otro aspecto relevante es el acceso a financiamiento. En Mexico, y en general en América Latina se requiere de un mayor “corporate capital venture”. Esto es, compañías que decidan invertir en Startups o emprendedores, para aprender nuevas soluciones, por ejemplo la chilena “Cornershop” (una plataforma de entregas a domicilio) que fue adquirida por Walmart de México para afianzar su e-commerce o la compra de Bankaool (con una cartera totalmente agropecuaria) por Ve por Más, para fortalecer aún más su presencia en el mercado financiero.

Otro aspecto relevante, aún cuando el mexicano es creativo por naturaleza, es mantener las políticas de innovación; así como fomentar ésta y el uso de nuevas tecnologías 4.0 de acuerdo a la especialización de ciudades y regiones en el país. Así por ejemplo, en Monterrey y alrededores, que han florecido las manufacturas, retail y alimentos, se deben apalancar estas fortalezas e impulsar el ecosistema emprendedor. O en Guadalajara y alrededores, el estímulo a Startups de orden más tecnológico, debido a su desarrollo en la región. La especialización es factor fundamental para lograr actores importantes a nivel global.

La ambición emprendedora en México debe ser aprovechada, aún falta camino por recorrer.

Coordinadora de la Maestría en Economía y Negocios y Directora del Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac en la Universidad Anáhuac, México Norte

idea@anahuac.mx

@IDEA_Anahuac

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