“En nivel de criminalidad, las cosas no han cambiado en México”1 esto fue lo que argumentó el periodista Jorge Ramos ante el presidente Andrés Manuel López Obrador en recientes fechas. No obstante, lo que preocupa fue la respuesta que el presidente dio al respecto. Independientemente de que las cifras que dio no coinciden con las oficiales (las del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública), el discurso fue lo más inquietante, con frases como “hemos controlado la situación” o afirmar que se han “mantenido los niveles que existían anteriormente” y que “se revirtió la tendencia” (frases que por sí mismas son contradictorias y que mencionó en un lapso de menos de 2 minutos).

Es innegable que el país fue entregado en las peores condiciones de seguridad —de acuerdo a las cifras del SESNSP—; el año pasado, de enero a diciembre, se presentaron las tasas más altas de homicidio doloso para cada mes, es decir, desde 1997 hasta 2018, nunca habíamos tenido un enero con tantos homicidios dolosos, un febrero que alcanzara la tasa que presentó, un marzo con un número más alto de carpetas abiertas por este delito y así sucesivamente2.

Este año, contrario a lo que afirma el presidente, la tendencia no se mantiene, ni se revierte. Si se comparan las cifras de los dos primeros meses del presente año con las cifras presentadas para los mismos meses de años anteriores, se tiene que, enero de 2019 ha sido el enero con mayor tasa de homicidios dolosos desde que se tiene registro, y lo mismo sucede con febrero.

Aún no contamos con las cifras oficiales de marzo, pero la tendencia de los crecimientos históricos entre meses sucesivos, indica que el mes en el que en promedio las tasas aumentan más, es justo en marzo, en abril suelen mantenerse o disminuir marginalmente para volver a aumentar en mayo. De igual forma, comparando el histórico de homicidios dolosos registrados por mes, mayo es el mes que más carpetas ha aglutinado a lo largo del tiempo, considerando que para mayo ya se arrastra el aumento de marzo, la poca variación de abril y el aumento del mes corriente.

Es decir que, de mantenerse esta tendencia, en mayo se podría romper de nueva cuenta el récord de la tasa mensual más alta que se tiene registro (actualmente correspondiente a julio de 2018 con una tasa de 2.17 carpetas por cada 100 mil habitantes) o, dicho en otras palabras, sería el mes con mayor número de muertes dolosas de mexicanos en más de 23 años.

Es por esta situación que la pregunta de Jorge Ramos sobre qué se va a hacer a corto plazo era fundamental, sin embargo, la respuesta dejó mucho que desear, dado que, levantarse temprano no soluciona per se la inseguridad del país, pues las reuniones no son útiles si en estas no hay propuestas.

Al momento, queda esperar lo mejor sobre el mayo que se avecina, por su parte, el presidente debe admitir que las tendencias no están cambiando y que urgen acciones a corto plazo que vayan encaminadas a salvaguardar la vida de los habitantes de este país. Necesitamos un presidente que reconoza el problema y que nos de confianza, de que, a pesar de las condiciones, se esta trabajando para resolverlas. No un presidente que cante victoria sin haber realizado nada.

Javier Alejandro Corzo Tellez
Investigador del Observatorio Nacional Ciudadano
@corzo_t @ObsNalCiudadano

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