No nos podemos permitir ignorar el Índice de Estado de Derecho que en inglés es llamado The Rule of Law Index, elaborado por World Justice Project. Éste mide la percepción y experiencia de los habitantes de los países con respecto a su gobierno.

Para empezar, bajamos cuatro niveles con respecto al año pasado. Tenemos un lugar malo, pésimo: el lugar 92 entre 113 países. Si somos la economía 15, deberíamos estar en la vecindad de esa posición. Sin embargo, somos el sótano del Estado de Derecho Mundial.

El Estado moderno se creó, precisamente, para dar a los ciudadanos seguridad sobre sus bienes y personas. Fallar en esto es debilitar la columna vertebral de un país. Es carecer de seguridades con respecto a la convivencia, las actividades económicas, la propiedad individual y colectiva: el entorno para construir una vida feliz. No se puede transitar en el mundo global sin reglas claras y sin la aplicación de leyes que permitan la convivencia.

Nos ubicamos con el mismo puntaje 0.45 que Sierra Leona, Liberia y Kenia y nos superan países latinoamericanos como Uruguay, Chile, Perú, El Salvador y Ecuador.

¿Qué mide el Índice? Ocho factores: 1) Límites al poder de los gobiernos; 2) Corrupción; 3) Derechos Fundamentales; 4) Gobierno Abierto; 5) Orden y Seguridad 6) Cumplimiento de las Regulaciones; 7) Justicia Civil; y 8) Justicia Penal.

De estos ocho indicadores, el mejor evaluado para nuestro país fue el de “Gobierno Abierto” y el peor “Justicia Penal”. Esto es muy preocupante, ya que el Estado de Derecho es la base de la convivencia entre todos los ciudadanos, es el fundamento de los derechos humanos y la relación entre autoridades y ciudadanos.

Que en un tema toral para el desarrollo y la justicia vayamos para atrás y no para adelante, es algo que afecta mucho el futuro, dentro y fuera, porque desestimula a la población, al empresario, al inversionista extranjero, al turista y a todas las personas que están conscientes que el futuro de un país, de una nación, se mide en función de cómo crea y aplica sus leyes y si realmente lo rige un Estado de Derecho.

WJP hizo múltiples mediciones, no sólo una global, y se dieron a conocer varios índices. En la comparación, exclusivamente regional (Latinoamérica y el Caribe) somos uno de los últimos países, al igual que en otra medición, en función del tamaño de las economías.

No hay duda de que tenemos un serio problema; no hay duda de que México pasa por una situación muy grave en términos de Estado de Derecho.

Esto no es un tema de campañas políticas, sino de conciencia. O mejoramos o seremos bocado apetitoso de intereses internacionales que verán en nuestra debilidad la oportunidad para intervenir. El gobierno tendrá que hacer lo suyo, pero el ciudadano también, empezando, todos, por respetar las normas de convivencia y gobierno, sean estas Reglamentos de Tránsito o la Constitución.

Presidente ejecutivo de Fundación
Azteca. @EMoctezumaB
emoctezuma@tvazteca.com.mx

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