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Son las tres de la tarde y bajo la choza de lámina velan el cuerpo de Bernardo Ruiz Chetog. Tiene una hora de haber comenzado el velorio y apenas comienza a llegar la gente. La mayoría de las sillas aún están vacías.

El funeral es en una colonia de la periferia del puerto, que tiene registro constante de violencia. Bernardo Ruiz fue uno de los 28 reos que fueron asesinados la madrugada del jueves en el penal de Acapulco.

Su cuerpo, cuenta su madre, está lleno de golpes y con el cuello dislocado. Bernardo tenía 38 años y en agosto era su cumpleaños. El 13 de julio de 2012 lo ingresaron al penal de Acapulco después de que lo detuvieron con armas y droga que, dice su madre, se la sembró la policía. Bernardo era chofer de un camión urbano.

El hombre fue el primer cuerpo de 22 que fueron entregados a sus familiares, seis más, no han sido reclamados. Desde la noche del jueves, los cadáveres se encontraban en el Servicio Médico Forense (Semefo) y muchos comenzaron a salir en las primeras horas del viernes.

“Me entregaron sin brazos a mi esposo”, dice una mujer quien sale del Semefo y que va rumbo a la funeraria para que le entreguen el cuerpo.

Apenas y se detiene. Dice algunas palabras mezcladas con lágrimas. Sus familiares la apuran. Camina y no se detiene más, se excusa: “No puedo hablar, es que voy a un lugar que está lejos y llevo prisa”.

Casi todos los familiares salen y entran a prisa del Semefo. Nadie se detiene a hablar. Todo es hermético. Sus rostros lucen demacrados, cansados y tienen los ojos llorosos.

Pero la espera en el Semefo ha sido larga, unos están desde los primeros minutos después de que se dio a conocer la lista de los asesinados.

De los 28 reos, cinco fueron decapitados, según se confirmó en las necropsias que realizaron en el Semefo. También se informó que hubo muertes por disparos. El uso de balas en la supuesta riña en el penal de Las Cruces lo confirmó Héctor Astudillo, gobernador de Guerrero.

Se supo que el director del penal de Acapulco, Miguel Ángel Gómez Garduño, fue cesado y se encuentra en calidad de presentado ante el Ministerio Público por la riña. Junto con el funcionario están siendo investigados todos los demás custodios.

Sobrepoblación. En el penal de Las Cruces hay una sobrepoblación de 28%. Pero a esa problemática se le suma la ingobernabilidad. La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) advirtió del fenómeno desde hace unos meses. En un diagnóstico, la comisión reprobó a los penales más grandes de Guerrero entre ellos, por supuesto, al de Acapulco y enfatizó en los autogobiernos que han establecido los reos.

Actualmente tiene una población de 2 mil 101 reos; mil 991 hombres y 110 mujeres, cuando tiene una capacidad de mil 624.

El penal de Acapulco fue calificado con 4.76 puntos en una escala de 10. Después de las primeras 24 horas de la masacre en el penal de Acapulco, continúan muchas preguntas sin responder: “¿Quiénes abrieron las celdas?”, “¿por qué no intervinieron los custodios?”, “¿por qué en las primeras horas se ocultó la masacre?”, “¿quiénes son los asesinos?”, “¿por qué las autoridades no actuaron antes?” y “¿por qué se permitió que grupos delictivos se apoderaran del penal?”.

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