Rafael Chávez González, apodado El Borrego, hermano del tricampeón mundial de box Julio César Chávez, fue asesinado frente a su familia, al forcejear con uno de los dos hombres que ingresaron a su domicilio en la colonia Díaz Ordaz, al surponiente de la ciudad.

Así lo dio a conocer el fiscal del estado, Juan José Ríos Estavillo, quien informó que todo apunta a un intento de asalto. Agregó que de acuerdo con la carpeta de investigación, Rafael Chávez, de 54 años de edad, ex boxeador y administrador de un centro de rehabilitación para adictos, recibió varios disparos al forcejear con uno de los asaltantes.

Explicó que poco después de las 10 de la noche del domingo dos hombres ingresaron por la parte trasera de la casa del hermano del campeón de box. Uno de ellos lo encañonó frente a su familia y lo obligó a entregarles una cantidad de dinero no especificada.

Posteriormente, los dos sujetos le exigieron que les diera más dinero, lo que derivó en una discusión y forcejeo que culminó en el homicidio.

El fiscal agregó que en el lugar de los hechos los peritos en criminalística localizaron huellas y cinco casquillos percutidos de armas de fuego y dos balas, sin establecer los calibres.

Rafael Chávez González El Borrego junto con su hermano mayor, Rodolfo, escalaron al pugilismo profesional sin llegar a trascender como lo hizo su hermano menor, Julio César, convertido en una leyenda en los cuadriláteros del mundo.

Por varios años, los hermanos del ídolo del box administraron los negocios de Julio César, de los cuales Rafael obtuvo licencia para un expendio de cervezas que posteriormente vendió. Hace algunos años El Borrego abrió un centro de rehabilitación en un local cercano a su domicilio en el surponiente de Culiacán, donde atendían a jóvenes con problemas de adicciones a las drogas y al alcohol.

Advierten intento de secuestro. El ex campeón mundial de box Julio César Chávez reveló que fue alertado por agentes del FBI sobre un intento de secuestro en territorio mexicano.

El considerado mejor peleador mexicano de la historia manifestó que ya pidió apoyo a las autoridades de Tijuana —ciudad donde reside—, pero que hasta el momento no le han brindado seguridad. “Estoy muy indignado la verdad, muy enojado, porque yo recibí una amenaza de secuestro y le he pedido a las autoridades de Tijuana que me brinden apoyo y se han hecho pendejos. No sé qué es lo que están esperando, la verdad”, declaró Chávez González.

“Me comunicaron del FBI, de allá de Estados Unidos, que querían secuestrarme, que querían secuestrar a mi hija también y yo le informé al gobierno de Baja California, al señor Kiko Vega y se hicieron pendejos. El director de la policía municipal, todos se han hecho pendejos, la verdad”, agregó a medios locales.

A su arribo a la funeraria donde despidieron a Rafael, aseguró que no va a permitir que el asesinato de su hermano quede impune y reveló que tienen pistas de los presuntos homicidas, aunque no entró en detalles al respecto.

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