Este martes, las autoridades de Profepa, Protección Civil y del municipio de Salina Cruz determinaron esperar que la marea alta ayude a sacar la ballena que hallaron muerta para que lleven a cabo el Protocolo de Atención a Varamiento de Mamíferos Marinos.

Informaron que está programado un tiempo de 2 a 3 días para mover el cuerpo del cetáceo por partes con la participación de todas las corporaciones de seguridad y protección civil.

“Debido al difícil acceso de la zona no podemos entrar y rescatarla, estamos esperando que el clima nos favorezca para sacarla por partes y darle sepultura, porque puede convertirse en un riesgo sanitario su descomposición en playa abierta”, comunicó el delegado regional.

El fuerte olor a descomposición se percibe desde lo alto del acantilado. El Mirador de uno de los cerros que rodean el puerto de Salina Cruz, donde los elementos de la Secretaría de Marina (Semar) y de la policía municipal tienen acordonado para que los curiosos no se acerquen en busca de la ballena azul que murió la tarde el lunes en el Golfo de Tehuantepec.

La ballena joven de más de 10 metros de largo y 30 toneladas de peso encalló el domingo por la madrugada en la playa de La Ventosa, agencia de Salina Cruz, después de perder el rumbo, por lo que los pobladores y ecologistas lograron liberar después de varias horas de trabajo.

El delegado regional de Protección Civil, Jesús Gonzales, informó que la tarde noche del lunes se le informó sobre la presencia de una ballena muerta en playa abierta “Cerro del Diablo” del puerto, pero que el cuerpo quedó atrapado entre dos bloques de piedra, lo que hizo imposible su movilización.

“Al parecer es la misma ballena que varó en La Ventosa el domingo, pero que nadó perdida en el Golfo de Tehuantepec hasta morir y este martes el mar arrojó su cuerpo a la playa. Las autoridades de Profepa son las responsables de analizar el cuerpo y determinar la causas de la muerte, oficialmente no sabemos nada”, explicó el funcionario.

Debido al fuerte olor que desprende el cetáceo, las autoridades resguardan el lugar con el acordonamiento y prohíben que personas se acerquen al acantilado para evitar accidentes y algún tipo intoxicación respiratoria.

Hace cinco años también encalló una ballena en Punta Conejo, sin embargo en ese caso sí se logró su retornó al mar.

Esta es la primera vez que una ballena muere en costas del Istmo de Tehuantepec.

En el 2016 en la playa de Tembo, Pochutla, encalló un delfín, pero gracias al auxilio de los lugareños se rescató.

También se tiene el dato de que en agosto del 2012 se registró la muerte de más de una docena de tortugas golfinas a consecuencia del derrame de petróleo de la Refinería Antonio Dovalí Jaime.

Y en diciembre del 2016 en la playa de Salinas del Marqués de Salina Cruz, salieron del mar miles de cangrejos a lo largo de tres kilómetros , relacionado al fenómeno asociado con el desplazamiento del agua superficial por las frías aguas de las profundidades.

No existe una teoría oficial sobre las causas que provocan el varamiento de ballenas en playas , pero lo más aceptado por los especialista y biólogos marinos es que las ballenas se enferman o se golpean en alta mar por lo que terminan perdiendo el sentido y encallan en las playas, como sucedió con la ballena azul en el puerto de Salina Cruz.


"Las ballenas pierden el sentido, sobre todo  los más jóvenes o crías por enfermedad o golpes,  llegan a las playas ya cansadas, después des 8 días de navegar sin sentido y débiles y es más probable que mueran", explicó Osvaldo Morales, jefe del Centro  Regional de Investigación  Pesquera de Salina Cruz.


En el caso de la ballena encallada en Salina Cruz indicó que llevaba 8 días pérdida y por eso encalló y estaba muy débil por lo que era muy fácil que muriera.

lsm

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