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El juez de control que da seguimiento al caso del ciudadano de origen ruso, Aleksei Makeev, concedió la ampliación del término para que su defensa legal amplíe, en las próximas 72 horas, las pruebas para desacreditar la acusación por homicidio calificado que le imputa la Fiscalía.

Carlos Grajales, director de la Defensoría Pública estatal, que asiste al extranjero de 42 años, informó que el plazo vence el próximo jueves a las 10 horas, cuando se desarrolle la segunda audiencia en la que el juez determinará, con mayores elementos, si se vincula a proceso a Makeev –es decir, si inicia el juicio en su contra- o si no existen elementos para procesarlo.

El abogado adelantó que, entre otras cosas, alegarán que Aleksei actuó en legítima defensa, al ver amenazada su vida por una multitud enardecida que entró a su vivienda, sin autorización, lo cual se podría configurar como allanamiento, conforme al Código Penal estatal.

Antes de ser llevado a los juzgados orales, Makeev fue sacado de la cárcel de Cancún la madrugada de ayer y trasladado de regreso al Hospital General Jesús Kumate, a petición de los directivos de la prisión, pues señalaron que no reúne las condiciones para brindarle la atención médica y los cuidados de enfermería que requiere.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el doctor Ignacio Bermúdez, director del hospital, explicó que el paciente requiere de baño, curación e higiene de heridas —aún ya cicatrizadas—, así como de rehabilitación diaria, además de seguridad.

Al extranjero, de 42 años, se le acusó de homicidio calificado, por lo que su defensa, a cargo de un abogado asignado por el estado, solicitó la ampliación de 72 horas del término constitucional para desacreditar la formulación del delito que se le imputa.

De acuerdo con el artículo 106 del Código Penal del estado, el tipo penal del homicidio calificado establece que éste se comete cuando hay premeditación, alevosía, ventaja o traición.

Se acredita la premeditación cuando quien comete el homicidio “ha reflexionado sobre la comisión del delito” o de las lesiones que provoca. Hay ventaja cuando él “no corre el riesgo de ser asesinado, ni lesionado por la víctima o el ofendido”, y hay alevosía, “cuando se sorprende intencionalmente a alguien de improviso, empleando amenazas”.

Aquella noche, Makeev se encontraba solo en la azotea de la cuartería cuando vecinos comenzaron a agruparse para escarmentarlo por la difusión de videos en los que insultaba y humillaba a infantes, mujeres, discapacitados y adultos mayores.

La multitud, ya encendida, estaba dispuesta a linchar al ruso. Eduardo Rodriguez, un joven de 20 años, fue de los primeros en entrar a atacar al extranjero, allanando propiedad privada.

El joven y el grupo llegaron hasta Makeev, quien se defendió con un arma blanca e hirió al muchacho, quien terminó desangrándose.

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