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En dos de las bibliotecas públicas más grandes del estado se han activado los focos rojos de seguridad y riesgo, ya que en una donde se tienen las colecciones especiales con los archivos más antiguos, que datan del año 1509, podrían sufrir daños irreparables, mientras que parte de la biblioteca central podría colapsar porque la hemeroteca tienen un peso excesivo de más de 40 toneladas.

Sin contar que de las 240 bibliotecas que tiene Zacatecas, se ha detectado que recientemente las autoridades del municipio de Calera optaron por cambiar y acondicionar la Biblioteca Municipal en la planta alta del Mercado, lugar que no reúne todas las exigencias que deben tener estos espacios, dice Simitrio Quezada Martínez, coordinador estatal de Bibliotecas.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el funcionario menciona que hace siete meses que asumió ese cargo se percató de la situación de riesgo de varias bibliotecas, pero al tratar de destinar recursos para resolver la situación, también se dio cuenta de que, desde hace dos años, el presupuesto anual de esta coordinación disminuyó de 666 mil pesos a 328 mil, recursos que considera insuficientes para atender las urgentes necesidades de todos estos inmuebles.

Por esta razón, comenta que el pasado noviembre acudió a la Legislatura local para solicitar mayor presupuesto, pero la diputada Iris Aguirre Borrego, presidenta de la Comisión de Cultura, Editorial y Difusión, lo plantó en tres ocasiones y el presupuesto de este año quedó igual al ejercicio anterior.

En ese mismo mes, la legisladora fue bautizada por usuarios de redes sociales como #LadyTrump, por defender en tribuna la política antiinmigrante de Donald Trump.

Incluso, Quezada Martínez asegura que la dieta y demás partidas presupuestales que percibe cada uno de los 30 diputados zacatecanos, la cual asciende a 260 mil pesos mensuales, es casi similar al presupuesto anual que recibe la coordinación a su cargo.

Bibliotecas en riesgo por el peso de la burocracia
Bibliotecas en riesgo por el peso de la burocracia

Libros antiguos en peligro. En la Biblioteca de Colecciones Especiales Elías Amador, ubicada en el Museo Pedro Coronel, donde estuvo la primera biblioteca del estado, actualmente se resguardan más de 20 mil volúmenes que datan de 1509 a 1938 con escritos en inglés, francés, alemán, latín y griego, incluso, algunos tienen forros de vacuno y cerdo nonato.

El texto más antiguo es un tratado de moral en latín editado en España, así como enciclopedias del siglo XVIII y XIX, es decir, “ahí están los libros más valiosos del estado y saber que están en riesgo, es para quitar el sueño”, relata con preocupación Simitrio Quezada.

Explica que el problema se debe al exceso de humedad en un edificio antiguo y pese a que tiene paredes de más de un metro de ancho, la humedad que se filtra de la secundaria federal ha penetrado en la edificación, pero por la falta de dinero no se puede realizar una restauración adecuada.

Por su parte, la restauradora Josefina Nava explica que el exceso de humedad relativa que se ha registrado en dicha biblioteca es de hasta 80%, cuando el clima óptimo para los documentos es de 18-21 grados y de 40 a 45% de humedad relativa, de lo contrario, se generan hongos y comienzan los daños irreversibles en los archivos.

Una bomba de tiempo. Simitrio Quezada informó que la otra bomba de tiempo está en la Biblioteca Central Mauricio Magdaleno, donde hay más de 39 mil volúmenes, obra que se construyó hace 13 años, y lamenta que en el diseño de la construcción se haya colocado la hemeroteca en el cuarto nivel del edificio, sin prever que en esa área cada día incrementa el peso 80 kilos.

En la hemeroteca se estima que hay uno 400 mil documentos, donde se resguardan los periódicos nacionales más antiguos que datan del año 1850, mientras que los ejemplares estatales son de 1879, donde actualmente se ha tratado de colocar un laboratorio para restaurar gran parte de los ejemplares que durante mucho tiempo no recibieron el manejo adecuado.

Incluso, los trabajadores del lugar refieren que hace algunos años y en dos ocasiones se ha cimbrado el edificio, lo que ha dejado fracturas en algunos vidrios, presumiblemente por estar edificado en una zona telúrica, ya que en ese lugar hay tiros de mina.

Quezada Martínez admite que al enterarse de esta situación llamó a los responsables de la Secretaría de Infraestructura para realizar una evaluación y éstos al ver el lugar de ubicación de la hemeroteca, le advirtieron que de seguir colocando diariamente 80 kilos de papel, podría colapsar en unos años.

Comenta que su intención es que antes de 2021 se mueva esta área a la planta baja para evitar un colapso, pero para todo ello, requiere de que se autoricen mayores recursos y no esperar a que ocurran las desgracias: ni en la pérdida de acervos valiosos, ni en catástrofes que pongan en riesgo a usuarios y trabajadores.

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