La Red Puebla de Periodistas reprobó las amenazas que ha recibido el reportero Gerardo Ruiz, quien de manera anónima recibió por correo electrónico una ficha de su vida y sus actividades presuntamente elaborada por la Secretaría de Seguridad Pública.


"Recibió, indirectamente, la notificación de que está bajo vigilancia policial luego de que le fuera filtrada información sobre un alto mando policial", alertó dicha organización en una carta abierta dirigida al gobernador Antonio Gali Fayad.

En grupo, conformado por periodistas, asegura que más allá de que la filtración sea cierta en su totalidad –pues se incluyen señalamientos de corrupción sobre jefes policiacos— en lo que no hay duda es en la vigilancia de la que fue objeto. 

"En el mail se adjuntaron fotografías del reportero y su familia, así como datos personales que revelan un trabajo de rastreó y seguimiento", acusó el grupo de periodistas.


El mensaje, advirtió la organización, no lo sólo es para Gerardo, sino para cualquier periodista: “te estamos vigilando”. 

"Y es un mensaje que busca infundir temor, y el temor ya se sabe lleva muchas veces al silencio. Y con el silencio quien pierde es la sociedad, pues se vulnera su derecho a la información y su derecho a saber", denunció.

Se exigió a las autoridades locales y federales a que atiendan el caso de Gerardo y activen los protocolos de seguridad para él y su familia, y se investigue a los mandos policiacos señalados en el mail anónimo y/o a los posibles responsables de espiar y vigilar al reportero poblano.

Recordaron que en marzo pasado asesinaron a tres personas dedicadas al periodismo, Cecilio Pineda, Ricardo Monlui y Miroslava Breach, pero pudieron ser cinco, pues dos colegas más fueron víctimas de atentados con armas de fuego.


En el caso del colega de Baja California, Julio Omar Gómez Sánchez, murió su escolta, en el otro caso, Armando Arrieta, jefe de información del diario La Opinión de Poza Rica, aún sigue internado en un hospital por la gravedad de las heridas.

Y abril no parece que las agresiones vayan a disminuir, hace unos días la colega Verónica Espinosa de Guanajuato fue víctima de amenazas, otro colega de Guerrero, Martín Méndez, tuvo que huir del estado y busca refugio en Estados Unidos. Ayer fue Gerardo, y la cuenta no para.

"Estamos hartos, hartos de verdad, de sumar nombres a una lista interminable, una lista que engrosan los funcionarios que agreden, pero también los grupos del crimen organizado (que a veces son lo mismo) quienes disparan las armas contra las y los comunicadores"

cfe

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