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El sacerdote y activista social Alejandro Solalinde reprochó a la iglesia católica y a los obispos veracruzanos el silencio que guardaron ante las atrocidades que cometían las bandas del narcotráfico y las autoridades de los dos últimos sexenios.

De visita por Veracruz, el líder social denunció que algunos obispos recibieron apoyos de los ex gobernadores priístas Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, a quienes acusó de estar vinculados con la delincuencia organizada.

“Ante Dios, ellos tendrán que decir los favores que recibieron de estos dos sinvergüenzas de Fidel Herrera Beltrán y Javier Duarte de Ochoa, porque al menos uno de ellos sí recibió favores”, acusó el activista defensor de migrantes desde hace una década.

El cura, quien fue de las primeras voces en alertar que Veracruz es una enorme fosa de cadáveres, aseguró que el actual gobernador, el panista Miguel Ángel Yunes Linares, carece de voluntad para atender el grave problema de los desaparecidos y como muestra fue la colocación como fiscal General a Jorge Winckler un hombre sin “sensibilidad”.

Solalinde dijo que pese al número de fosas encontradas en el estado, aún falta por descubrir lo peor, pues hay cementerios ilegales más grandes en municipios como Coatzacoalcos, Córdoba y Tierra Blanca.

En entrevista desde la Facultad de Humanidades de la Universidad Veracruzana (UV), señaló que Veracruz es la fosa más grande de México “como consecuencia de los cárteles del narcotráfico en complicidad con autoridades gubernamentales”.

“Eso que se ha encontrado es nada; falta lo más grande que es Coatzacoalcos, Acayucan, Tierra Blanca, Orizaba y Córdoba. Hay cuevas y son de las últimas que conservaban los cuerpos”, arremetió Solalinde.

Abundó que en el estado las desapariciones y ejecuciones no sólo afectan a los delincuentes, pues hay personas que “siendo inocentes han sido privados de la vida”.

Alejandro Solalinde agregó que a esto se suma que en la entidad se registren los mayores casos de reclutamiento de sicarios, “pero también de trata de personas”.

Incluso, dejó entrever que si los ciudadanos se ven afectados por estos delitos, aún más son afectados los migrantes, “que a su paso por Veracruz son víctimas de infinidad de delitos y que ninguno de sus familiares los está buscando”.

El sacerdote destacó que hay informes de que en cuevas ocultaron decenas de cuerpos, sobre todo de migrantes, que son presa fácil de las bandas de criminales:

“Esto no se trata de una guerra entre cárteles, sino de personas normales, de migrantes mayormente”.

Sobre el actuar del gobierno estatal, el activista dijo que no está seguro que haya “un compromiso real con las víctimas”, pues acusó que el fiscal Jorge Winckler fue nombrado por “amiguismo” con Yunes Linares.

“No sé si este gobernador tenga la voluntad de hacerlo [hallar fosas]; no sé qué tanto está comprometido con las víctimas, porque nombró a Jorge Winckler, que no tiene el perfil o sensibilidad para acompañar a las víctimas”, aseveró y reiteró que hay mandos de la Policía Federal involucrados en los secuestros y desaparecidos.

“Tienen que intervenir equipos internacionales, como el Equipo de Investigaciones de Argentina, para llevar a la justicia a todos los implicados en esto. Estoy convocando en la Ciudad de México para que acudan todas las víctimas”, dijo.

Por último, señaló que tanto el ex secretario de Seguridad Pública de Veracruz Arturo Bermúdez, como los ex gobernadores del tricolor Fidel Herrera y Javier Duarte deben ser vinculados “por crímenes de lesa humanidad”, por lo que se debe acudir a instancias internacionales.

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