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Torreón.— De 2006 a 2015 se han procesado a 2 mil 920 menores de edad por algún delito penal, un promedio anual de 292, según datos del Poder Judicial del Estado (PJEC) entregados vía Transparencia.

Sin embargo, de los 2 mil 920 menores procesados —que fueron detenidos y presentados ante un juez—, sólo hay registro de mil 358 menores (46.84%) que recibieron alguna sentencia en el mismo periodo, un promedio de 136 cada año,

No obstante, el PJEC no tiene el desglose del tipo de delitos penales por los que fueron sentenciados.

El año con la cifra más alta de menores procesados fue 2008, al procesarse a 396 menores; seguido de 2007, con 367 casos. Los años 2009, 2013 y 2014 superaron las tres centenas de menores procesados, mientras que el año más bajo fue 2006 con 130 menores procesados. El distrito que comprende Torreón fue el que más menores procesó, con 855 casos; siguió Saltillo, con 775, Piedras Negras, con 714 y Monclova, con 576.

Adelaido Flores, director de la Policía de Torreón, aseguró que hace unos años la presencia de menores en la comisión de delitos violentos era latente, pero consideró que es un fenómeno que ha disminuido.

En los años más violentos de Coahuila, entre 2006 y 2014, por ejemplo, 532 jóvenes entre los 10 y 19 años fallecieron por homicidio violento, según estadísticas del Inegi.

El año de más sentencias en menores fue también 2008, con 205 sentencias. Le siguió 2007, con 199. En tanto, 2015 ha sido el año de menos sentencias a menores, con 93. Salvo 2015 y 2012, todos los demás años superan al menos la centena de sentencias a menores de edad.

De igual manera es en Torreón donde ha habido más sentencias punitivas, con 418 en 10 años. Le sigue Saltillo, con 402; Piedras Negras, 304, y Monclova, con 234.

Problemas de adicción. En Torreón, en dos de cada 10 robos denunciados participan menores de edad, estimó el delegado de la región Laguna I de la Procuraduría General de Justicia, Gerardo Márquez.

El Tribunal de Justicia Municipal ha atendido a mil 100 menores detenidos por alguna falta administrativa como el consumo de alcohol o drogas en la vía pública o la participación en riñas.

Jesús Jasso Fraire, presidente del Tribunal de Justicia, aseguró que 75% de los menores detenidos requirieron una canalización a alguna dependencia especializada, pues la mayoría arrastraba problemas de adicción en alcohol y drogas. Detalló que 25% restante fue entregado a sus respectivos padres bajo ciertas recomendaciones.

Jasso Fraire comentó que es muy palpable el fenómeno de abandono en estos menores con problemas de adicción: “No les dan la atención que un menor de edad requiere. Los chavos se sienten oprimidos y reaccionan de la forma que lo estamos viendo. Hay una faltan de reglas, atención, cuidado. Lo que salen a buscar es algo en qué entretenerse y lo encuentran primero es el alcohol y las drogas. El problema base está en la familia”.

Mencionó que lo que buscan con la canalización a dependencias como el DIF o los Centros de Integración Juvenil, es evitar la reincidencia de los menores. Aseguró que una vez detenidos y atendidos, se lleva un registro del menor y su familia con el objetivo de darle seguimiento.

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