Diego Cruz, uno de los cuatro implicados en un ataque sexual contra una menor de edad en 2015, arribó al puerto de Veracruz donde enfrenta una acusación por el delito de pederastia.

Tras vivir siete meses en España, donde trató de impedir su extradición a México, el integrante de un grupo de jóvenes que las redes sociales bautizaron como Los Porkys de Costa de Oro, pasará su primer noche en el centro de reclusión El Penalito, donde esperará a que se defina su situación legal.

Será en el Juzgado Tercero de Primera Instancia, con sede en la ciudad de Veracruz, donde se determine si se le dicta el auto de formal prisión o de libertad, todo ello dentro del antiguo sistema de justicia penal.

Con la extradición de Diego Cruz, suman dos implicados en el caso que han sido presentados ante un juez en Veracruz, pues en 2016 fue detenido en Torreón, Coahuila, Enrique Capitanie.

El juez encontró elementos de presunta culpabilidad contra tres de los señalados: Enrique Capitaine, Diego Cruz y Jorge Cotaita; mientras que a un cuarto joven, de nombre Gerardo, no se le encontraron elementos.

Javier Fernández, padre de la víctima, se congratuló por la extradición y llegada a México de Diego Cruz.

“No hay plazo que no se cumpla, estuvo siete meses y ya era tiempo que lo trajeran. Falta que le dicten el auto de formal prisión”, dijo en entrevista.

Reconoció que su familia enfrenta sentimientos variados y de ambivalencia: “Las emociones se disparan en muchas formas y direcciones, pero es un avance en este tortuoso camino”.

Luego de un vuelo de aproximadamente siete horas, Cruz llegó al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, donde elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Procuraduría General de la República (PGR) lo recibieron para trasladarlo a Veracruz, en un segundo vuelo.

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