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Oaxaca.— El Himno a la Alegría brotó como por arte de magia. La flauta en manos de Laura Elena embelesó. Ella en ropa deportiva, su compañera del chelo, Catalina, aún con el casco de ciclista, tras una rodada en bicicleta.

Caía la tarde en el Centro Histórico de Oaxaca: “Oaxaca necesita una sinfónica completa; dos no son una sinfónica. Nos hacen falta los demás. Veinte tampoco son una sinfónica”, dice Laura tras la interpretación de la pieza musical.

La Secretaría de las Culturas y las Artes del gobierno estatal determinó cesar a casi 40 músicos de la Orquesta Sinfónica de Oaxaca (OSO), bajo el argumento de que no hay presupuesto. Días antes había renunciado el director, Juan Trigos.

Instrumentistas profesionales provenientes de varias entidades del país, así como del estado, quedaron sin empleo de la noche a la mañana.

“Es fácil para ellos [el gobierno] decir no hay presupuesto. El presupuesto de Oaxaca es el más bajo del país en de cultura y aun así funcionamos bien. No pueden dejar al estado sin sinfónica”, expresa la flautista.

No hay dinero. Frente al templo de Santo Domingo de Guzmán, en el Centro Histórico de la capital, trabajadores despedidos de la Sinfónica exigieron con una rodada en bicicleta y un concierto se impida la extinción de
esa agrupación.

La Secretaría de las Culturas ha reconocido que a falta de recursos, la agrupación fue reducida de 70 a 29 integrantes; al resto no le fue renovado su contrato, incluyendo a su director, Juan Trigos, con trayectoria en el país, en Estados Unidos y Europa.

Bajo la etiqueta #OaxacaMerece- UnaSinfónica, dos ex ejecutantes interpretaron diversas piezas musicales, mientras que una veintena de jóvenes y niños efectuó una rodada en bicicleta en calles aledañas.

Laura Elena Gracia recordó que la OSO fue integrada en 1992 como sinfónica completa pero al paso de los años fue decayendo, hasta quedar únicamente 28 integrantes.

A principios del año 2015 fue despedido Javier García Vigil y contratado Juan Trigos, quien buscó a más integrantes de distintas partes del país para reforzar la agrupación.

Bajo su batuta se realizaron dos temporadas de música sinfónica, una ópera y dos ballets, se grabaron cuatro fonograma de música inédita de compositores mexicanos, además de dos temporadas de música de cámara.

Realizaron altruismo. Algunos integrantes de la Sinfónica realizan labor altruista en colonias populares, donde promueven la capacitación musical con niños y niñas.

“Nos llama la atención que la secretaria de Cultura [Ana María Vásquez Colmenares] no nos recibió para informarnos los detalles; sólo fuimos atendidos por el subsecretario Ignacio Toscano, quien nos dijo que se iba a tratar el tema con la secretaria y que nos iba a llamar, pero no nos llamó”, expuso Laura.

Indicó que el pasado 9 de enero recibieron un documento donde se les informaba que no se les recontrataría por falta de presupuesto.

Vásquez Colmenares dice que la OSO no desaparece “aunque sí sufrirá cambios”, al no recibir presupuesto federal para la agrupación; reconoce que de un presupuesto anual de 155 millones de pesos, sólo 7% se destina a actividades culturales.

Catalina Martínez, la chelista, tercia: “Hay muchas preguntas pero les fue más fácil decir no hay recursos, los cortamos”.

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