Saltillo.— “Al chino se lo fregaron los del gobierno porque robaba dinero de los trabajadores y ahora tiene que pagar, es lo que dicen varios de los que estaban en la panadería; uno al que le apodan El Botas ya cobró 2 mil dólares”, comenta Guadalupe Vicente Bermeo.

“A mí apenas me acaba de llegar una carta del consulado mexicano en Filadelfia; me espanté mucho, me dio miedo abrirla, ni siquiera la leí, aunque ahora ya sé que es para eso, para avisarme que me van a dar 300 dólares”, agrega.

Lupita, de 47 años, originaria de San Andrés Jalpan, Puebla, forma parte del grupo de 677 indocumentados mexicanos y centroamericanos que fueron humillados y explotados por su ex patrón con jornadas de 12 horas diarias o más con un pago por hora menor al mínimo.

Tampoco recibió prestaciones ni servicio médico y a veces no le daban ni agua en una de las plantas de J&J Snack Food (distribuidora de alimentos y bebidas) de Nueva Jersey y Pennsylvania, Estados Unidos.

Como muchos de sus ex compañeros, Lupita tiene problemas para cobrar lo que les liquidará la empresa ubicada en Nueva Jersey, en la que laboró cerca de ocho meses, porque no cuenta con el pasaporte mexicano y le notificaron a través de una carta que llegó a la casa de una amiga con quien vivió. Le anunciaron que recibirá 300 dólares que le quedaron a deber. Sin embargo, considera que el pago debería ser mucho mayor (al menos 2 mil 500 dólares). Dice que quizá “no hicieron bien las cuentas, pues no vieron bien el registro de entradas y salidas”.

“El chino no te perdonaba ni un descanso de días festivos; quería que trabajáramos sábados y domingos. Hubo veces —recuerda— que después de muchas horas parada, cuando estaba en la línea, ya no podía más, sentía que me iba a caer o a quedar dormida y tenía que tomarme un refresco o ponerme en el abanico para que me diera aire en la cara”.

Sabe, por comentarios de conocidos, que su ex patrón pagará hasta 30 mil dólares por migrante, según el tiempo laborado. Además de México, algunos son originarios de Honduras, Guatemala y El Salvador.

“Supuestamente el pago era de 7.25 pesos la hora, pero nunca nos dio el sueldo completo, yo sacaba 250 o 300 dólares por semana, cuando mucho”.

Resultado de dos investigaciones de la División de Horas y Salarios del Departamento del Trabajo de Estados Unidos de América (WHD, por sus siglas en inglés), descubrieron que la empresa abusó de 677 migrantes sin papeles al pagarles menos de lo que les correspondía y hacerlos trabajar más de 40 horas a la semana, hasta 60 horas o más, según testimonios que dieron algunos de ellos.

La panadería donde trabajaba Lupita fue cerrada un tiempo pero ya está abierta otra vez, “aunque ahora sí hay puros migrantes con papeles y seguramente les pagan mejor que a nosotros”, comenta.

Destaca que a los ciudadanos estadounidenses, por jornadas de ocho horas diarias, les pagan al menos a 15 dólares la hora y les otorgan todas las prestaciones que dicta la ley.

El consulado de México en Filadelfia, Estados Unidos, y la red consular en ese país, buscan a 677 trabajadores que laboraron de 2012 a 2014 en la empresa J&J Snack Foods, en las plantas de Swedesboro, Nueva Jersey, y Chambersburg, Pensilvania.

Lo anterior debido a que la División de Horas y Salarios del Departamento de Trabajo de Estados Unidos detectó irregularidades y abusos en contra de los migrantes, por lo que determinó que les regresen el dinero por el trabajo que realizaron.

Las devoluciones “van de 30 dólares (600 pesos mexicanos) hasta más de 20 mil dólares (casi 400 mil pesos)” por salarios atrasados de hasta dos años, informó el consulado a EL UNIVERSAL a través de una solicitud de información.

Además, le impusieron una multa de 20 mil dólares a la empresa, la cual aceptó saldar 2 millones 180 mil 254 dólares a los involucrados.

En el caso de los mexicanos, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), a cargo de Claudia Ruiz Massieu, tiene como misión contactarlos a través de los 50 consulados que tiene la representación diplomática en Estados Unidos.

La cónsul en Filadelfia, Rocío Vázquez Álvarez, dijo a “EL UNIVERSAL” que los adeudos de los trabajadores varían según el tiempo trabajado: “A 465 empleados de la planta J&J Snack Foods ubicada en Nueva Jersey, contratados por la empresa de colocación Sebastian and Sebastian, LLC, no se les pagó tiempo extra por más de 40 horas a la semana, por lo cual la compañía aceptó liquidarles un millón 260 mil 254 dólares”.

La agencia gubernamental encontró también que a 212 trabajadores de la planta de Chambersburg, Pensilvania, no se les cubrió el sueldo mínimo y lo correspondiente por tiempo extra, por lo que la empresa acordó pagarles 920 mil dólares, por daños, perjuicios y sueldos atrasados.

La oficina pidió a quienes laboraron en ese tiempo en esa planta, sin importar su estatus migratorio, se comuniquen al Centro de Asistencia e Información a Mexicanos al número 1-855-4636-395 o al consulado más cercano a su domicilio.

Detalló que al consulado en Filadelfia sólo se han comunicado 10 personas para informarse.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses