En México entrar a un baño y utilizarlo no parece ser un problema, 97.11% de las viviendas cuentan con uno; sin embargo, alrededor de 2.48% no tienen este servicio, es decir, 791 mil 233 familias no cuentan con uno y recurren a fosas sépticas o incluso evacuan al aire libre.

Esto deriva en graves enfermedades gastrointestinales que pueden llevar a la muerte, aunque en el país no existe información concreta que hable sobre las defunciones originadas por este problema.

Hoy se conmemora el Día Mundial del Retrete y hasta la fecha los datos proporcionadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) revelan un panorama alarmante: una de cada 10 personas defecan al aire libre, aproximadamente 2 mil 400 millones de habitantes viven sin acceso a servicios sanitarios adecuados y 315 mil niños mueren cada año debido a enfermedades infecciosas como consecuencia de las malas condiciones de saneamiento y agua insaluble.

Al aire libre. Casi 3% de la gente no tiene baños
Al aire libre. Casi 3% de la gente no tiene baños

Actualmente no existen cifras específicas que den cuenta de la mortandad en México por este tipo de padecimientos —relacionados a la falta de baños—; sin embargo, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó el año pasado 3 mil 754 muertes por enfermedades infecciosas intestinales. Expertos consideran que hay una prevalencia de casos, principalmente en zonas rurales del país, donde es más frecuente que se utilicen letrinas o no haya sanitarios.

La Encuesta Intercensal realizada por el Inegi en el año 2015 determinó que los estados con menor número de baños en casas particulares son: Guerrero (12.70%), Yucatán (10.18%), Zacatecas (4.89%), Campeche (4.81%) y Nayarit (4.26%).

En cuanto a los municipios, el problema se agrava con poblaciones que carecen de baño, como es el caso de Cochoapa el Grande, en Guerrero, puesto que 71.14% de las familias no cuentan con sanitario y recurren a fosa; seguido del municipio de Mayapán, Yucatán, con 59.77%; Sitalá, Chiapas, con 57.17%; Santos Reyes Yucuná, en Oaxaca, con 52.97%; y Batopilas, Chihuahua, con 52%, entre otras, al norte del país.

En estas localidades existen más problemas de enfermedades infecciosas que de recrudecerse derivan principamente en la muerte de niños menores de cinco años y personas mayores de 60, explicó Jesús Espinoza, coordinador de la carrera de Medicina en la Universidad Autónoma de Querétaro.

“En donde más se sufre es en las zonas rurales y marginales. Mientras más alejadas están más problemas tienen [con los servicios sanitarios]”, lo cual se traduce en “enfermedades infeccionas o infectocontagiosas como las gastrointestinales, en donde las principales complicaciones se presentan por la ausencia de líquidos, que son la deshidratación y deficiencias en electrolitos”.

El experto señaló que a pesar de que en muchas poblaciones hay médicos que no son suficientes y la gente prefiere tratarse con curanderos, además del consumo de remedios caseros que no aportan los electrolitos perdidos cuando se presentan síntomas como vómito y diarrea.

Explicó que existen programas a nivel nacional implementados por el Sector Salud para instruir a la población en el uso de letrinas, higiene personal y lavado de manos. Además, sólo 74.55% de las viviendas que cuentan con una taza de baño poseen descarga directa de agua, lo cual es importante para mantener un correcto saneamiento de los desechos humanos y evitar afecciones.

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