Alfonso Guevara, presidente de la Sección Tercera de la Audiencia Nacional, es el responsable de decidir si Diego Cruz, el acusado de participar en la violación de una menor en Veracruz en 2015, debe ser extraditado o juzgado en España.

Al juez Guevara se le considera un duro dentro de la profesión, pero extremadamente garantista con los derechos de los acusados. En caso de encontrar indicios de que Cruz, tal como él y su abogado alegan, no recibiría un juicio justo en México, podría decidir que sea juzgado en España, aunque todos los juristas consultados dudan de esta posibilidad ante la solidez de los tratados de extradición entre México y España.

El juez Guevara es un personaje polémico, al mismo tiempo que uno de los profesionales más reputados de la judicatura española.

Fue uno de los tres magistrados que presidieron el juicio por el atentado yihadista de Atocha en 2004, el más sangriento de España con 191 muertos, pero al mismo tiempo es capaz de pedir retirarse de uno de los procesos más polémicos de la actualidad española, el de las “tarjetas black”: el pago de suplementos ilegales a los consejeros de la antigua Caja de Madrid. El argumento fue inapelable: era amigo íntimo de dos de los acusados.

Pese a estos altercados, Guevara es conocido por ser un juez garantista, que protege mucho los derechos de los acusados y sigue la legislación al pie de la letra. También es severo y no aprecia las triquiñuelas jurídicas.

Al abogado de Diego, Luis Miguel Gómez Parra, le quedó claro en la vista del miércoles, cuando el magistrado lo interrumpió dos veces por considerar que intentaba desviar el proceso hacia una discusión sobre la inocencia de Cruz que quedaba fuera de las potestades del juzgado. “No vamos a valorar los hechos, señor letrado. Debemos decidir sobre la extradición, no si lo hizo o no lo hizo”, le dijo.

Al magistrado le gusta demostrar su poder en los juicios. A pesar de una estatura corta y un problema de espalda que lo mantiene encorvado, siempre domina la sala con su carácter volcánico.

Se le reconoce técnicamente como uno de los jueces más meticulosos de la Audiencia, y no ha rehuido los casos polémicos, por ejemplo, sentó en el banquillo al banquero Emilio Botín, a la cantante Lola Flores y al violento terrorista de ETA, Txapote.

Un portavoz judicial explica que es rápido tomando decisiones, y que probablemente la resolución sobre Diego Cruz se produzca antes de las dos o tres semanas habituales.

Quienes temen que Cruz nunca llegue a México y sea juzgado en España por delitos que acarrean menos años de prisión que en México (los 15 años por agresión sexual con agravantes de España, frente a los 40 por pederastia tumultuaria de México), recuerdan que Guevara puso en libertad en 2012 a los líderes de una gran mafia china detenida en Madrid. La razón fue que estuvieron retenidos más horas de la cuenta hasta que fueron interrogados.

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