Mediante un programa de meditación impartido por Madhavi Ishaya (Adriana Oláiz), con la técnica “Ascensión de los Ishayas”, a partir de agosto de 2014, el penal de Apodaca pasó de ser el reclusorio con más problemas de masacres y violencia al más tranquilo de los tres con que cuenta Nuevo León, pese a que ahí se encuentran los reos sentenciados y algunos son considerados de alta peligrosidad.

Así lo señaló el comisario general de la Agencia de Administración Penitenciaria del gobierno estatal, Juan Antonio Caballero Delgadillo, quien anticipó se buscará llevar estas técnicas de relajación a los penales de Topo Chico y Cadereyta, donde este año se han registrado al menos cuatro incidentes graves que dejaron un total de 54 reos asesinados por disputas internas.

Este miércoles en el penal de Apodaca, se llevará a cabo la premier de la película documental "Choice. La Paz es el camino" donde se relata esta historia.

Algunos reos que participaron en el filme, darán a conocer testimonios de cómo cambió su vida. Los productores del film Greg Hopkinson y Sally Lewis, comentaron que para este trabajo, recorrieron siete países, entre ellos Cuba, pero por lejos lo más impactante es lo que ocurrió con los presos de Nuevo León.

Adriana Oláiz, más conocida como Madhavi Ishaya, comentó que la técnica de relajación que ha impartido durante trece años a cuatro mil presos de diversos penales del país, permite a la persona moverse de un estado de angustia, preocupación, estrés, violencia y dolor interno hacia una experiencia de paz y bienestar.

En el penal de Apodaca empezó a impartir esta enseñanza oriental, que data de más de cinco mil años, a finales de agosto de 2014, y a la fecha han aprendido a meditar más de 700 reos, el 75 por ciento de los custodios y el 50 por ciento del personal administrativo.

El curso se da en un formato de cuatro días dentro del Cereso, cuatro mañanas seguidas donde aprenden las técnicas y de ahí en adelante las aplican en todas las áreas de su vida. “No se requiere ningún espacio o circunstancia especial”.

El comisario Caballero Delgadillo comentó que en la primera etapa el programa se orientó a los reos más peligrosos, y de ahí permeó hacia los demás. En una segunda fase se ha focalizado a los internos que ingresan a las clínicas trimestrales de desintoxicación, ya que ante la ausencia de las drogas experimentan un grado significativo de ansiedad que los vuelve irritables y violentos.

Agregó que sin que Madhavi supiera, “estuvimos evaluando las incidencias de los connatos y las riñas de cada uno de los tres penales (Apodaca, Topo Chico y Cadereyta) y vimos un cambio significativo en el de Apodaca, de manera considerable empezaron a bajar las incidencias que teníamos”.

Cabe mencionar que el 21 de mayo de 2011 en el citado reclusorio, ocurrió el asesinato de 14 internos que posteriormente fueron incinerados para simular un hecho accidental y el 19 de febrero de 2012 se registró la matanza de 44 internos relacionados el Cártel del Golfo, y se fugaron 30 supuestos integrantes de Los Zetas.

Desde 2014 no se han presentado incidentes de tal gravedad en el Cereso de Apodaca, pues este 2016 la violencia ha campeado en el penal del Topo Chico, con tres hechos graves que han dejado 49 muertos el once de febrero, tres muertos el primero de junio, y un muerto el trece de octubre, mientras el 28 de septiembre hubo una riña en el penal de Cadereyta que dejó un fallecido.

Caballero Delgadillo abundó que al año se realizan cuatro clínicas de desintoxicación en las que participan grupos de 30 a 40 internos, y al impartirles los cursos de relajación, “vimos cambios significativos”, y por eso analizan llevar el programa a los reclusorios de Cadereyta y Topo Chico.

En el penal de Apodaca, afirmó, hay menos diferencias entre los internos, hay más trabajo de integración en equipo y más disposición ante los requerimientos del personal penitenciario.

-Participan ex líderes de organizaciones delictivas?

- Ya al estar al interior, todos los privados de la libertad son iguales, no hay distinciones-, dijo el Comisario.

El funcionario estatal admitió que Madhavi Ishaya no cobra un centavo por esta labor. Al respecto ella señaló: “Voy a seguir trabajando mientras el dinero y mi cuerpo me aguanten, yo sostengo esto y mis ahorros lo pagan, mientras eso me aguante yo voy a seguir. Mi vida está empeñada en eso”.

Dijo que la persona necesita establecer su vida en un espacio de profunda paz interior para poder compartir, no basta saber las técnicas, “yo no puedo compartir algo en lo que no experimento un compromiso al cien por ciento”.

Comentó que en un reciente festival de cine de Los Angeles, California, al ver la película que se estrenará este miércoles ante un público distinto al de dichos espacios culturales, justamente los presos que participaron en la cinta, la gente decía que los incentivaba a servir, a compartir.

“A eso le apostamos. Queremos inspirar a transformar un mundo en el que cada quien ve por sí mismo, y sólo ponemos atención en la diferencia, a un mundo que unifique corazones, que unifique el deseo de que nadie viva sin paz”, dijo Madhavi.

Agregó que el secretario de Seguridad Pública del Estado, Cuauhtémoc Antúnez, quiere que el programa se amplíe a la policía Fuerza Civil, y a los tres reclusorios. Madhavi ha llevado esta técnica milenaria a los cuatro penales de Chihuahua; Mexicali, Baja California; Hermosillo, Sonora; y en los de Monclova, Saltillo y Piedras Negras, Coahuila entre otros.

Explicó que Ishaya es una palabra en sanscrito que quiere decir “para la conciencia plena humana”, esto es más allá de la mente.

Según Madhavi, con este método de relajación se pueden ver los resultados a los cinco minutos. “Un chico que tenía un machetazo en la cabeza, le habían abierto el cráneo, era incapaz de pronunciar dos frases seguidas que tuvieran conexión; para enseñarle las técnicas a todo el grupo, me senté junto a él”.

Al día siguiente, comentó, “podía decir frases seguidas, la psicóloga estaba muy sorprendida”. Asimismo, dijo, había un muchacho que tuvo embolia cerebral, y era incapaz de hablar, pero el último día del curso, cuando llegó la jefa de psicología, el interno se paró y contó su experiencia, "todos estaban ¡Wow!".

Esto es en lo físico, pero experimentan cambios en todos los órdenes de la vida. El muchacho dijo: “experimenté paz por primera vez en mi vida”, refirió la promotora del curso.

“Yo he enseñado a cuatro mil internos en diferentes ceresos. A nadie le pregunto qué hizo, no me importa lo que hizo; la piedra que cada quien está cargando, no es importante.

El costo de la película documental que dura 72 minutos ascendió a unos 350 mil dólares y no contó con patrocinio del gobierno estatal, fue mayoritariamente costeada por los productores..

Ellos relataron que ningún interno que participa en el curso pidió que se le pixeleara el rostro para aparecer en la película. “Para hacer el documental estuvimos en siete países, entre otros Cuba, y por mucho esta historia es la más poderosa de todas”.

"Darles la premier a los internos es algo muy importante para nosotros, es darles de regreso lo que ellos nos dieron, porque permitieron que esto ocurriera", comentaron.

“Hace dos días estábamos en un festival de Cine de Los Angeles, al salir decía la gente que les daba esperanza de que la paz es posible, que estaban profundamente conmovidos de que personas en esa situación pudieran experimentar esto”.

Contaron que la empresa Cinépolis les ha otorgado 650 funciones para presentar el film en varios países de Latinoamérica, lo cual les permitirá llevar el mensaje de que “el cambio para la paz es personal, no depende de otros”.

afcl

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